Una insólita situación se presentó en Alicante, España, pues el gerente de un restaurante se dio cuenta del intento de estafa por parte de un hombre que fingió un infarto para no pagarle.
Un hombre fue detenido en Alicante, una ciudad de España, esto, después de que varios empresarios y dueños de restaurantes descubrieran que todos habían sido víctimas de una estafa, pues fingía emergencias médicas para no pagar las cuentas.
Identificado como Aidas J, de nacionalidad lituana, en realidad se hacía pasar por un turista ruso con el objetivo de decir que no hablaba o entendía español y que así no lo molestaran en los comercios a los que asistía.
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Esto no es todo, el embaucador tenía un menú predilecto y, aunque en varias ocasiones le creyeron, finalmente tuvo que dejar de lado su máscara y hacerse responsable por las acciones que estaba cometiendo.
A sus 50 años y después de haber pedido una enorme paella de mariscos y dos tragos de whiskey, el hombre intentó salir del establecimiento sin pagar un solo peso, pensando que se saldría con la suya, sin embargo, el mesero que había atendido su mesa lo detuvo.
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Al verse en apuros, el estafador decidió darle rienda suelta a su mentira, se arrojó al suelo e hizo como si su salud estuviera en riesgo y sufriera un infarto. Según Juan Carlos García, administrador del restaurante en el que sucedieron los hechos, la situación fue tan compleja que la Policía tuvo que acudir al lugar.
Fueron las autoridades quienes lo levantaron del piso y lo detuvieron, no obstante, todo el proceso se tardó cerca de dos horas, tiempo en el que el lugar tuvo que estar cerrado, debido a esto, el administrador del lugar aseguró que perdió mucho dinero.
Al hacerse pública la noticia, otros restaurantes han revelado que el hombre también estuvo comiendo con ellos y ya había usado la misma técnica aproximadamente 20 veces más, por lo que todos fueron estafados.
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Tras su detención, aunque dijo que no tenía idea de lo que había sucedido y “tampoco recordaba nada”, cuando cuestionaron si anteriormente recordaba haber hecho algo similar, su respuesta fue sí. Al parecer, cada vez que ha sido apresado por la Policía, se muestra orgulloso de sus actos.
Finalmente, las autoridades de Alicante determinaron que el lituano Aidas J debía correr con los gastos de una multa por 900 euros, mucho más de lo que hubiese pagado por los alimentos que consumió. Asimismo, tendrá prohibido entrar al restaurante que estafó durante tres meses, ¿volverá después?
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