GUSTAVO OSPINA ZAPATA
Marilú Arias, una defensora de los derechos de la población autista de Medellín, fue golpeada en su rostro y ella acusa del hecho a su pareja sentimental y quien actualmente, de acuerdo con su versión, se desempaña como conductor de un concejal de la ciudad.
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Según la agredida, los hechos ocurrieron hace diez días y ella recibió atención de urgencia en una clínica de la ciudad. Debido a la gravedad de los golpes, además del tratamiento para las hematomas, también debieron coserle varios puntos en uno de sus párpados.
Marilú, desde entonces, no se ha sentido bien de salud e incluso la noche de este miércoles debió acudir a las urgencias de una clínica del sur de la ciudad, institución desde la cual se activó la ruta de protección de la alcaldía.
Marilú también labora en una dependencia de la alcaldía de Medellín, pero prefirió que no se revele en cuál. Siente temor de perder su empleo.
“Me atrevo a denunciar ahora porque estas cosas no pueden seguir pasando y no quiero que le ocurra a ninguna más en la ciudad. Mi hijo es autista y desde que estoy así me rehuye la mirada, esto me ha afectado mucho mi relación con él”, relata Marilú, que en varios escenarios de la ciudad dice haber intervenido buscando una política pública para la población autista que, como su hijo, vive con desprotección.
En un una entrevista publicada recientemente por EL COLOMBIANO, denunció que los niños autistas están expuestos a abusos sexuales, maltrato físico y discriminación porque no tienen capacidad de denunciar. En el siguiente enlace hay más detalles de su lucha, que la encara usando tacones de diferente color para significar el respeto que debe tenerse hacia las personas diferentes.
Marilú no quiso revelar el nombre del concejal para el cual trabaja su agresor, pero informó que ya tiene acompañamiento de la URI (Unidad de Reacción Inmediata) de la Fiscalía, que iniciará la investigación de los hechos.
Al respecto, Luis Bernardo Vélez, presidente del Concejo, explicó que para que la corporación pueda intervenir en el caso es fundamental y necesario que la agredida realice una denuncia formal y señale con nombre propio a su agresor.
“En ese caso el Concejo deberá iniciar un proceso disciplinario contra el conductor y dependiendo si es por contrato o por vinculación de carrera, remitir el expediente a los entes de control para que aboquen la investigación”, señaló Vélez, que lamentó que estos casos de agresión se sigan presentando independientemente de quién sea al autor.
Marilú denuncia que su agresor labora como conductor para un concejal de Medellín. Publicamos la imagen con su autorización.
