Cinco sacerdotes se han contagiado del virus.
Apartir de este martes, las 341 parroquias de la Arquidiócesis de Medellín empezarán a celebrar los distintos servicios religiosos, tras cinco meses de cierre por la pandemia.
Todos los templos podrán abrir, sin importar el grado de afectación del virus, siempre y cuando cumplan con los protocolos de no superar las 50 personas en cada celebración y mantener una distancia de dos metros entre los feligreses.
El arzobispo de Medellín, Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, explicó que está permitido el ingreso de menores de edad y de adultos mayores de 70 años, pero no deben ir a los templos las personas enfermas o con síntomas asociados al coronavirus.
Se recomienda hacer una inclinación en ‘la paz’ para evitar besos o abrazos y recibir la comunión con la mano.
«Tendremos desinfección del lugar antes de cada celebración, limpieza de las manos y de los zapatos y es necesario hacer un registro con el nombre de las personas. Todos los feligreses deben usar el tapabocas», señaló.
Monseñor Tobón Restrepo confirmó que al menos cinco párrocos y sacerdotes se han contagiado del virus, uno de ellos murió y otro está en grave estado de salud.
«Sabemos de un sacerdote mayor que salió por el Centro y allí se contagió, estuvo en cuidados intensivos y luego murió. En este momento, tenemos un párroco en cuidados intensivos. Hay otros tres o cuatro sacerdotes están contagiados con síntomas menos graves», puntualizó.
Cada párroco establecerá el mecanismo para determinar quiénes son las personas que ingresan al templo. Puede ser con inscripción previa o un listado elaborado por contacto telefónico. Se conservarán los mismos horarios de las eucaristías.
La confesión será en la casa parroquial en un espacio amplio, con el distanciamiento. A partir del 15 de septiembre, el número de fieles podría ser el 35 por ciento del aforo del templo.