Santiago Olivares Tobón
El último caso ocurrió el martes en San Cristóbal. En lo que va del año van 23 agresiones en Medellín. En Bello, a un azul le dispararon con arma traumática.
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Sancionar a un motociclista que no tenía casco, Soat, técnico-mecánica, ni siquiera licencia de conducción le acabó costando una fractura en la nariz a un agente de la Secretaría de Movilidad de Medellín, en un operativo en el corregimiento de San Cristóbal, de Medellín.
El agente de tránsito lesionado llegó a apoyar el procedimiento que se realizaba en las afueras de la antigua sede de la Unidad Intermedia de San Cristóbal, en la calle 63 con la carrera 130, todo porque este se estaba complicando con uno de los sancionados.
“Los compañeros interceptaron a este motociclista y le pidieron los documentos y este motociclista comienza a decir que por qué se enamoraron de él y ‘no detiene a otras motos que estaban pasando sin casco’. Empezó a increpar a un compañero, que se comenzó a correr para evitar que lo agredieran”, relató.
Con los ánimos caldeados, el operativo fue apoyado por agentes de la Policía Metropolitana, quienes estuvieron un instante, pero posteriormente se retiraron. Ante la ausencia de esta autoridad, el tono de la agresión subió, hasta tal punto que el sancionado motociclista golpeó a uno de los guardas que estaban en el sitio. Algo similar a lo que les ha pasado a otros 22 agentes de tránsito en lo que va del año.
“Esta persona comenzó a lanzar insultos en contra de varios compañeros y yo me metí. Se me comenzó a acercar, a pedirme que nos pegáramos y yo me tiraba para atrás. En una de esas me descuidé y me propinó el golpe en la cara, con las llaves que tenía empuñadas”, relató el guarda lesionado en este altercado.
Pero las agresiones no pararon ahí, puesto que el guarda comenzó a perseguir a su victimario. En medio del correteo, otro motociclista le propinó una patada, con la idea de hacerlo caer, pero al final no tuvo consecuencias importantes para el guarda.
Después del procedimiento, el guarda fue trasladado a un centro asistencial, donde confirmaron la fractura en la nariz. Le dieron 10 días de incapacidad, inicialmente, mientras se define cuándo será intervenido quirúrgicamente por esta lesión.
Mientras tanto, las sanciones al motociclista agresor fueron rigurosas ya que entre todas suman $2.515.300 y un proceso abierto en su contra por el delito de agresión contra servidor público, que puede dar hasta ocho años de prisión.
Este fue el caso más reciente de las agresiones en contra de los guardas de la Secretaría de Movilidad de Medellín, pero que es una situación que se replica, por lo menos, en los principales municipios del Valle de Aburrá, donde hay alta presencia de azules en los corredores viales, tanto con los golpes como con armas blancas y traumáticas.
Nada más el 11 de abril, otro azul que transitaba por la estación Madera del metro en su patrulla, fue impactado con un arma traumática en su cabeza, sufriendo algunas lesiones que quedaron evidenciadas en un hematoma, pero que no comprometieron su vida.
Cada cinco días, una agresión
De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Movilidad de Medellín, cada cinco días hay un guarda agredido, puesto que en todo el 2022 se denunciaron 70 casos, todos en medio de procedimientos contra infractores que se alteran por las sanciones e inmovilizaciones impartidas.
La secretaria de Movilidad de Medellín, Elizabeth Granada, explicó que “hacemos un llamado a valorar y respetar el trabajo que ellos realizan, que siempre está encaminado a preservar la vida. Estas agresiones son una situación lamentable y llamamos al respeto y a la tolerancia”.
El panorama en los otros municipios con mayor cuerpo de guardas en el Valle de Aburrá no es muy distinto. En Envigado reportaron un caso este año y 13 en todo el 2022. En Itagüí ya van cinco casos este año y en Bello se contabilizan los mismos casos, según sus respectivas secretarías de Movilidad.
Las alcaldías y los mismos sindicatos de guardas como la Asociación Nacional de Agentes de Tránsito y Transporte (Andett) piden a los conductores que respeten las normas de tránsito y recurran a la tolerancia, para evitar que sigan incrementando las agresiones contra estos servidores y la violencia en las vías.
10 días de incapacidad inicial le dieron al guarda agredido en Medellín el martes.
