Agloe es tan real como la historia de su fundación, aunque esta sea producto de la imaginación de dos hombres. Fue creada en 1937 por Otto G. Lindberg, fundador de la empresa General Drafting Company, especializada en la elaboración de mapas de carreteras, y su ayudante Ernest Alpers. Buscaban el modo de demostrar un posible plagio por parte de sus competidores. Decidieron entonces juntar sus iniciales y asignarle el anagrama resultante a la intersección de las carreteras NY 206 y Morton Hill Rod, al norte de la pequeña población de Roscoe, en medio de las espectaculares montañas de Catskills, a dos horas por tierra de Nueva York. A modo de trampa, como si fuera una especie de copyright de lo más inocente, incluyeron la ciudad inventada en sus mapas.
Lo que comenzó como una fórmula de estos dos hombres para proteger los derechos de autor de sus creaciones cartográficas, acabó por convertirse en un lugar real. En la década de los 50, apareció en la intersección una tienda con el nombre Agloe General Store. Su dueño la llamó así al ver la leyenda en un mapa de carreteras de la petrolera Esso. Más tarde, volvió a aparecer en otro mapa, este de la editorial Rand McNally, después de que uno de sus cartógrafos obtuviera la referencia de la administración del condado de Delaware. No fueron hechos aislados: Agloe siguió referenciándose en los mapas de carreteras hasta 1990, cuando alguien tuvo a bien eliminar su existencia.
Su desvanecimiento de los mapas tradicionales no evitó que Google Maps cayera en el engaño. Agloe estuvo incluida formalmente en la base de datos del metabuscador hasta 2014. De hecho, todavía se puede encontrar una reseña sobre su localización en una entrada de Google, fechada el 3 de junio de 2015. En ella se puede leer: “Agloe, NY, se encuentra en algún lugar entre los dos puntos más al norte de este mapa, separados por una distancia de media milla. Los otros dos puntos referenciados muestran los pueblos más cercanos a Agloe: Rockland y Roscoe”. Todavía hoy, el Servicio Geológico de Estados Unidos incluye la ciudad bajo el indicativo de ‘no oficial’ en su sistema de información de nombres geográficos.
La ciudad tuvo su pico de popularidad gracias a la novela Ciudades de papel, del escritor John Green, publicada en 2008. La ficción narra la historia de Margot Roth Spiegelman, quien decide desvanecerse y dejar pistas de su paradero a su amigo Quentin Jacobsen. Antes de desaparecer, la joven deja escrito: “Irás a las ciudades de papel y jamás volverás”. Green inmortalizó para siempre Agloe como símbolo de esa necesidad de perderse para encontrarse que despliegan ciertos individuos y que tantos ejemplares han hecho vender a los libros de autoayuda que enarbolan ese lema como un mantra. Volviendo a la novela de Green, fue adaptada al cine en 2015, en la película del mismo nombre y protagonizada por la modelo y actriz Cada Delevingne.
Inventada o no, todavía hay quienes acuden a la intersección para hacerse fotos con el cartel que indica que ahí, alguna vez, hubo una ciudad tan real como la imaginación de quien quiso creer que existía.