Heidi Tamayo Ortiz
Varios testimonios dan cuenta de que el manejo de la Colonia de Belencito (San Javier) habría tenido irregularidades e inconsistencias que afectaron a los beneficiarios entre mediados de 2022 y diciembre de 2023, durante la pasada alcaldía.
En medio de los hallazgos entregados por el alcalde Federico Gutiérrez a las autoridades competentes sobre presuntas irregularidades durante la administración de Daniel Quintero, se conoció una grave denuncia relacionada con posibles fallas y hasta presuntos malos tratos en la atención que se brindó entre mediados de 2022 y diciembre de 2023 a los adultos mayores beneficiarios de la Colonia de Belencito, una de las sedes de larga estancia que tiene la alcaldía de Medellín para esta población cuando está en condiciones de vulnerabilidad. Es decir, es el hogar donde viven.
Una de esas personas es Ramón, quien ha pasado los últimos siete años en hogares geriátricos de la alcaldía de Medellín, que tiene al equipo de personas mayores Amautta, de la secretaría de Inclusión Social, que debe contratar a los operadores para esos programas. Aunque Ramón no tiene familia, una empleada pública de un juzgado llamada Sandra Delgado Pérez ha figurado como responsable de él en esos hogares y ha estado pendiente de su cuidado desde hace mucho tiempo, tras conocerlo cuando era lustrabotas a las afueras del Palacio de Justicia de Medellín, donde sufrió un accidente que le impidió seguir trabajando. Para ella, desde que Ramón ingresó a la colonia en junio de 2022, luego del cambio de operador, su estado se deterioró.
Hoy pide a las autoridades penales y órganos de control que investiguen si hubo falencias en el trato y el cuidado de Ramón y de otros adultos mayores, luego de que evidenciara situaciones que la dejaron preocupada y que se suman a testimonios y quejas de otras fuentes que conocen el lugar.
“Quiero saber cómo se hizo esa herida”
Delgado suele hacer actividades en la colonia y otros hogares geriátricos, previa autorización, para el esparcimiento de los beneficiarios o para celebrar fechas especiales. Le dieron permiso para hacer una el 28 de diciembre de 2023 en la Colonia de Belencito, pero ese día notó a Ramón apático, no quiso recibirle la comida que les llevó para festejar y afirmó que allá lo trataban mal, aseguró Delgado.
Pero dijo que le llamó mucho la atención que Ramón tenía una herida extraña en uno de los brazos. “El personal del operador no me supo dar explicación, después por WhatsApp me dijeron que le estaban suministrando un medicamento, agredió a una auxiliar, lo inmovilizaron y lo lastimaron. Me dijeron que se ha puesto muy agresivo y grosero, pero aunque yo siempre pregunto por él, lo llamo, nunca me avisaron nada de lo sucedido con esa herida”, relató.
El 28 de febrero pasado, en respuesta a un derecho de petición que presentó Delgado, la alcaldía de Medellín indicó que de acuerdo con los informes entregados por el supervisor del contrato, la situación ocurrió el 24 de diciembre, a las 5:40 p.m., cuando Ramón habría agredido “física y verbalmente” a una auxiliar de enfermería, por lo cual se aplicó el protocolo de inmovilizarlo para protegerlo a él, a otros adultos mayores y a los empleados. “En ese momento el usuario intenta des-inmovilizarse [sic] y provoca una laceración en la piel (miembro superior izquierdo), de inmediato se realiza curación con solución salina y gasas, se realiza el reporte del evento adverso”, se lee en la información oficial entregada.
Además, reiteraron que el servicio de larga estancia incluye acompañamiento a los usuarios según sus necesidades y enfermedades y siempre con un trato humanizado por medio de profesionales de áreas como Psicología, Trabajo Social, Fisioterapia, Gerontología y Enfermería.
Pero para Delgado, el trato humanizado no se habría cumplido a cabalidad de parte del operador que estuvo a cargo del contrato hasta diciembre. El pasado martes 5 de marzo la recibieron en la nueva administración de Amautta para que contara sus preocupaciones, que le dijeron serán escaladas como corresponda.
Por otro lado, este medio conoció el testimonio de un gerontólogo que sabe del manejo de la colonia, según el cual son muchas las quejas que se han conocido por la atención del pasado operador desde mediados de 2022 y aseguró que se habría perdido el carácter humano para tratar a los adultos mayores. “Solo les interesaba la plata”, manifestó.
Contratación cuestionada
La Colonia de Belencito está entre los programas que componen la atención de las personas mayores vulnerables en la ciudad, que en los últimos dos años quedó en manos de operadores cuestionados por presuntamente no tener idoneidad ni experiencia, situación que también generó un escándalo en su momento. Fue desde abril de 2022 que se conocieron alertas de entidades sin ánimo de lucro que habían sido operadores históricamente de estos programas, porque aseguraban que ese año se hicieron cambios en la modalidad de contratación y en los requisitos para dejarlos por fuera de competencia en la licitación de ese momento y ajustar el proceso a la medida de un contratista específico.
En junio siguiente, en medio de cuestionamientos y alertas hasta de veedurías nacionales, en audiencia presidida por la exsecretaria de Suministros y Servicios Karen Delgado, se adjudicaron dos lotes que componían ese contrato, de los cuales el más cuestionado era el 2, por un valor de $17.049 millones, en el que está la operación de la colonia y que fue entregado al consorcio Unidos por el Adulto Mayor, compuesto por las entidades 4E SAS y el Centro Empresarial Educativo Corpocemped, al que muchos señalaban como no idóneo para prestar servicios a esta población y que fue el único oferente del proceso porque el cambio de condiciones impidió la participación de operadores antiguos.
Posteriormente, un año después se volvió a adjudicar el contrato para esta atención, otra vez en medio de cuestionamientos, como que se establecieron requisitos que no permitieron la pluralidad de oferentes. Para esa ocasión, en enero de 2023, la alcaldía de Medellín abrió una nueva licitación para operar el lote 2 por $28.677 millones. En el mes de abril anterior, Corpocemped solicitó un ajuste en las condiciones para poderse presentar al proceso, lo cual fue denegado por la alcaldía y al final no pudo participar.
En mayo se declaró desierta la licitación, pero la sorpresa llegó una semana después, a finales de ese mes, cuando la administración Quintero le adjudicó a esa organización un contrato de $13.632 millones, de forma directa y con objeto contractual idéntico al del lote 2 de la licitación que no prosperó.
En su momento, María Elsy Prisco, representante de la firma, expresó: “Se cuenta con un equipo de trabajo con la experiencia y preparación adecuada para cumplir a cabalidad las actividades y la entrega de productos”. Y desde la secretaría de Inclusión Social pasada emitieron conceptos favorables a la propuesta que presentó y validaron su idoneidad, como también afirmaron siempre que cumplía con los requisitos para atender a esta población.
No obstante, para Delgado y profesionales que han trabajado en la colonia, pero pidieron reservar sus nombres, sí disminuyó la calidad de la atención de los ancianos y ancianas durante este tiempo. Y es por eso que la trabajadora pública que ha acompañado a Ramón busca respuestas y pide indagaciones serias.
Otro testimonio conocido es el de un usuario que aseguró que hay optimismo con la llegada del nuevo operador que entró con la llegada de la administración de Gutiérrez, porque no estaban conformes con el trato que les brindaba parte del personal anterior. El nuevo operador del modelo larga estancia firmó contrato en enero de este año, en modalidad directa, tiene una duración inicial de 51 días y un valor de $6.905 millones, según documentos cargados al Secop II.
También este medio conoció dos videos en los que Ramón y otro adulto mayor llamado William, quien falleció en la colonia el 24 de diciembre de 2023 hasta donde se sabe por una enfermedad, afirman que no les daban el mejor trato y que constantemente los “inmovilizaban”.
Una trabajadora social que laboró en la colonia bajo el pasado operador contó que más que todo esta situación se presentaba en el área de manejo psiquiátrico. Aseguró que a veces inmovilizaban a los beneficiarios porque era requerido, pero que lo hacían desde muy temprano, en ocasiones desde las 3:00 p.m. hasta el otro día porque, según decían, no había suficientes enfermeras para cuidar a tantos pacientes con condiciones complejas.
“Varias personas no estábamos de acuerdo con ese manejo, pero no podíamos hacer nada más que opinar. Además de inmovilizarlos por largos periodos, vimos otra inconsistencia: algunas enfermeras, no todas, los trataban mal, les decían ‘bobos’ o los gritaban”, afirmó la profesional, quien agregó que algunos adultos mayores empezaban a verse muy deteriorados tras llegar al hábitat de manejo psiquiátrico.
Pero esta no es la primera vez que se conocen estas quejas. EL COLOMBIANO divulgó en octubre de 2022 otra denuncia del exconcejal Luis Bernardo Vélez; excontratistas de la Colonia que pidieron reserva; y Delgado, según la cual a los usuarios de la colonia que tienen diagnósticos de enfermedades mentales o cognitivas o que requieren manejo psiquiátrico los “amarraban” constantemente como registraron en fotos.
Asimismo, Delgado critica que aunque Ramón se enfermó y lo tuvieron que hospitalizar en una sede de Metrosalud, en octubre de 2022, casi que no le dan noticias de su paradero. Una periodista de este medio visitó al adulto mayor cuando estuvo hospitalizado y él manifestó que no le gustaba que lo inmovilizaran: “Hay que decir no soy un animal, soy un cristiano… Cogieron el vicio de amarrarnos aquí en las manos y todo”.
Desde entonces, Delgado ha presentado denuncias y quejas en Fiscalía y órganos de control y pide que se llegue al fondo para saber si, en efecto, se presentaron o no malos tratos. Por lo menos, aseguró, se siente optimista con el cambio de operador y espera que el trato recupere la humanidad.