La cantidad de armas de fuego (con y sin permiso) y su flujo en Bogotá quedó en evidencia en las últimas horas en un hecho que fue registrado en un video difundido por redes sociales. Unas de las primeras reflexiones que surgen son que en la ciudad rige la ley del más fuerte (o el que esté armado) y que la muerte viaja por donde sea, incluso en taxi.

El lamentable hecho, acaecido a plena luz del día, también despierta esa sensación de inseguridad en la que se mueven los bogotanos, que no saben en qué momento puede surgir una circunstancia que ponga en riesgo su integridad y aun su misma vida.

(Le interesa: Claudia López dice que en Bogotá hacen falta miles de policías para combatir inseguridad)

Un hecho curioso es que los dos vehículos involucrados en este caso son de marca Hyundai, uno de servicio público y otro que, al parecer, también es taxi. En el primero de ellos, de placas WNU 790, se movilizan dos hombres, mientras que en el otro viaja una pareja que, a la postre, es la víctima de las amenazas.

El video muestra el momento en el que el taxi plenamente identificado, conducido por un hombre de gafas, empareja por la derecha al otro vehículo, que aparentemente también es amarillo, después de haberlo adelantado a mayor velocidad.

Por la conversación de la pareja que viaja en el carro de donde se graban las imágenes, se puede inferir que los dos carros ya venían ‘enganchados’. “Eh, pero sigue; qué berraco”, le dice la mujer a quien va manejando. Y él responde: “Sí, es que es fastidioso”. Después, la mujer agrega: “Virgen santísima”.

En ese momento, el conductor del taxi, vociferando, esgrime una pistola con la mano derecha, mientras que con la izquierda sostiene el volante. Por encima del vidrio de su puerta (que también tiene el logo de la empresa R Taxi Autolagos), apunta directo a los ocupantes.

(También puede leer: Fuga de preso que iba a cita médica dejó un policía asesinado y otro herido en Bogotá)

El taxi, identificado asimismo con el número 26546, se ubica después delante del otro vehículo y así transitan por unos metros más, al cabo de los cuales el carro con el conductor amenazante se estaciona en el costado izquierdo de la vía. Después del susto, el conductor amenazado sigue su camino.

Ahora lo que queda es que la empresa dé las explicaciones sobre si el carro del conductor armado efectivamente está afiliado a ella o si se trata de una suplantación. A las autoridades les queda establecer qué tipo de arma esgrimió el conductor y si tiene salvoconducto.

A la ciudadanía, la reflexión de si todos los conflictos, por mínimos que sean, se tienen que resolver a punta de pistola. La muerte no puede andar suelta y a las carreras en taxi.

Video de conductor de taxi que saca pistola: