Sin previo aviso, a los empleados les notificaron que se suspendían las labores porque la compañía se acogió a la ley de bancarrota.
“Off Lease Only está cerrando sus operaciones y está cerrado al público. En un esfuerzo por cerrar responsablemente las operaciones del negocio, hemos solicitado protección voluntaria bajo el Capítulo 11 del Código de Quiebras de EE. UU.”, detalla la empresa a través de su página de internet.
La economía le pasó factura a las cadenas de suministro mundiales, retrasando la fabricación de autopartes, dispositivos electrónicos, entre muchos otros productos, que para el caso de la industria automotriz ha sido lapidario, pues no solo hay un menor consumo, sino que también han tenido que gastar más dinero, debido a la inflación.
“La industria se ha visto afectada por la escasez de inventario y la inflación de los precios de los vehículos derivada de las interrupciones de la cadena de suministro y las caídas de varios años en la producción de vehículos nuevos”, añade Off Lease Only en un comunicado.
Estados Unidos es uno de los principales países en el mercado automotor, tanto por la compra, como producción vehicular, y su inestabilidad está repercutiendo en todo el mundo, pues grandes marcas reportan desabastecimientos, precios más altos, tanto en las autopartes como en los carros, lo que tiene a esta industria ad portas de una huelga.
Las grandes marcas ya están en paro. Hay alerta de producción
En menos de una semana, los trabajadores de General Motors, Ford y Chrysler podrían entrar en paro, según los trabajadores, si no se mejoran las condiciones laborales, sobre todo los salarios.
CNN ya reporta que el sindicato United Auto Workers está convocando a una huelga, que impedirían la compra de ciertos modelos y marcar vehiculares, lo que tiene en vilo a los consumidores norteamericanos.
Según los medios estadounidenses, vehículos de marcas como: Chevrolet, Ford, Toyota, Honda y Jeep, ya enfrentan problemas en las ventas, pues escasean modelos, o no se harán entregas hasta que no se suspenda la huelga. La única opción que tienen es tomar el vehículo disponible en vitrina, de lo contrario, la espera puede ser larga.
“Si buscas un fabricante de automóviles estadounidense, ya estás viendo que están ofreciendo bajas (tasas de interés de financiación), que están ofreciendo dinero en efectivo de vuelta en algunas cosas (…) Yo probablemente optaría por hacerlo cuanto antes, para no quedar atrapado en esa posible zona gris de aquí a tres o cuatro meses, cuando podrían empezar a funcionar con escasez si se cierran las fábricas”, dijo Ivan Drury, analista del portal Edmunds.
Estas huelgas podrían hacer que se agudicen las crisis de las distribuciones a nivel internacional, pues desde los Estados Unidos se exportan miles de vehículos, y autopartes. Si se tiene en cuenta la falta de stock actual, un parón de semanas o meses podría hacer entrar en crisis a la industria a nivel internacional, por la falta de inventario.
Si bien la huelga afectaría a unas marcas en específico, y otras empresas podrían aprovechar para aumentar su participación, los vehículos usados serían los más afectados, pues sin repuestos será difícil mantenerlos en óptimas condiciones, y sus ventas podrían seguir cayendo, como se ha visto en lo que va del 2023.