Otro asunto que preocupa es la poca capacidad de denuncia, pues los armados se estarían encargando de mantenerlos incomunicados.
Sigue siendo complejo el panorama en materia de seguridad y derechos humanos en el nordeste de Antioquia ante la persistencia de acciones violentas por parte de grupos armados que operan en la zona.
La Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste denunció que en los últimos cinco días, por lo menos 15 familias, equivalentes a un poco más de 40 personas, se han desplazado hacia el casco urbano del municipio de Segovia y otras zonas rurales aledañas a la vereda Aguacate, epicentro de recientes confrontaciones entre las disidencias de las Farc y el ELN . Los hechos violentos se registran desde el pasado 27 de octubre.
Según Carlos Morales, representante legal de esa organización la situación se ha agravado tras la incursión de miembros del Clan del Golfo y la ausencia de la institucionalidad.
Las instituciones locales lo que convocan siempre es a consejos de seguridad, pero no se ha visto una respuesta concreta frente a las incursiones que ha hecho este grupo paramilitar en el territorio que ha generado confinamiento que ha generado desplazamiento y fuerte temor entre las comunidades.
Otro asunto que preocupa es la poca capacidad de denuncia que tienen las comunidades para reportar lo que sucede en el territorio, pues los armados se estarían encargando de mantenerlos incomunicados.
“Lo que nos informan es que los enfrentamientos continúan en esta vereda, allá, pues prácticamente no hay muy buena comunicación porque es una zona montañosa y la comunidad está incomunicada”, agregó.
De acuerdo con las organizaciones sociales de la zona con los recientes hechos ya son ocho las incursiones que el Clan del Golfo lleva en la zona desde el pasado mes de marzo. En este mismo punto, a inicios de octubre, también se había reportado la violación de tres mujeres en medio de estas acciones que mantienen con temor y zozobra a la población.