POR CRISTIAN ÁLVAREZ
La universidad indicó que mal planeamiento de la urbe ha sido causante también de las reiteradas inundaciones, de no atajarse el problema estas cada vez serán más graves.
TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/
La Universidad de Antioquia lanzó una advertencia sobre el impacto que está teniendo de desarrollo de infraestructura en las constantes emergencias por lluvias que en 2023 ya causaron la muerte de dos personas en el deprimido del barrio Conquistadores.
De acuerdo con los académicos de esta universidad pública, la deforestación y la pavimentación de las laderas de la ciudad están afectando cada vez más las microcuencas del Aburrá. Esto ha “ahogado” cada vez más al río Medellín ante la presión de las crecientes ocurridas por las precipitaciones que se han vuelto más constantes sobre todo en los dos últimos años.
“No son sucesos aislados, los problemas relacionados con el agua son permanentes en la ciudad. La deforestación, la urbanización y la falta de planeación territorial de Medellín, han conducido a los desbordamientos y estragos causados por el río, un problema que no será solo del presente. Eso señalan los expertos”, apuntó en una publicación la Universidad.
En su texto, la entidad indicó que Medellín se planteó como una ciudad compacta que debía crecer hacia adentro, proteger sus montañas laterales y, con ello, los cauces de la cuenca del río. Sin embargo, el despliegue estructural se ha dado a la inversa: se han ocupado áreas que no deberían haberse intervenido, con lo que se afectó el paisaje de la ciudad y aplazó ese ideal de ciudad interior más densa, sostenible, equitativa y competitiva.
La U. de A. señaló que las inundaciones pueden convertirse en un problema crónico por muchas razones, incluyendo que las tormentas tienden a volverse más intensas con el cambio climático y que cada vez hay más gente y más terrenos impermeabilizados en Medellín.
“Estas condiciones aumentan la probabilidad de que el río se desborde con una frecuencia que no soportaríamos”, advirtió Juan Fernando Salazar Villegas, coordinador del grupo de investigación en Ingeniería y Gestión Ambiental del centro de educación superior.
Los académicos también resaltaron que el río Medellín padece los efectos de la contaminación por sustancias químicas y residuos sólidos.
Salazar Villegas señaló que el futuro de las cuencas es una cuestión urgente en la agenda ciudadana, ya que las predicciones del cambio climático a corto plazo muestran que se darán lluvias y tormentas mucho más intensas que las que conocimos en el siglo XX.
“Decimos que el río atraviesa el Valle de Aburrá y realmente es la ciudad la que se le atravesó al río. Hay que volver a mirar este cuerpo de agua como unidad de planificación, ya que hasta ahora en Medellín ha primado una perspectiva predominantemente urbanística”, afirmó en la misma línea Análida Rincón Patiño, investigadora de la Escuela del Hábitat de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.
La propuesta de incrementar áreas de parques sería una solución para mitigar los desbordamientos del río y las quebradas.
“Con un lote de parque grande se puede diseñar una llanura de inundación artificial para que retenga aguas que no queremos que afecten otros sectores de la ciudad. Si uno tiene que escoger entre que se inunde un parque, un barrio o se desborde el río dentro de la ciudad, la primera opción es la mejor”, expresó Salazar Villegas.
El académico de la UdeA apuntó otra alternativa que consistiría en techos o azoteas “verdes” para recoger aguas e impactar el desarrollo sostenible en los territorios. Explicó que estas cubiertas tendrían jardines que absorben agua.
Además de aminorar la probabilidad de inundaciones, la ciudad estaría abasteciéndose de «cosechas de lluvias» o aguas que podrían reutilizarse para regar jardines, lavar carros y desarrollar actividades que no requieren su potabilización
