“Sentí que me moría, pero después seguí”, dijo uno de los que recayó. La droga ya causó 23 muertes en Argentina.
ARGENTINA
El ministro de Salud argentino, Nicolás Kreplak, reveló que tres de los pacientes que sobrevivieron a la cocaína adulterada y fueron dados de alta volvieron a consumir el mismo alucinógeno y tuvieron que regresar al hospital.
Uno de ellos, en diálogo con Telefé, manifestó que se desplomó en su casa, “pero me levanté. No sé por qué zafé. Sentí que me moría, pero después seguí. Es la primera vez que me pasa”.
Por su parte, el ministro de Salud aseguró que el gobierno adelanta “un programa de emergencia junto al Ministerio de Desarrollo para acompañar a las personas internadas que en unos días se irán de alta”, para que reciban un tratamiento contra las adicciones.
“También estamos acompañando a los familiares que perdieron a alguien”, agregó.
Hasta el momento, 23 personas han muerto por consumir la cocaína adulterada y 37 permanecen hospitalizadas.
Veinte de los fallecidos son hombres y tres mujeres. Doce perdieron la vida en sus casas y dos en la vía pública, mientras que los otros nueve decesos se registraron en centros de salud.
De los internados en hospitales del Gran Buenos Aires (periferia), solo dos están graves, bajo asistencia respiratoria mecánica, de acuerdo al reporte oficial.
Alias ‘el Paisa’ habría distribuido la cocaína adulterada
Conjurada la emergencia sanitaria, el foco del caso giró hacia la declaración indagatoria judicial que presta el viernes 4 de febrero el principal sospechoso detenido, Joaquín Aquino (33 años), alias ‘el Paisa’, con prontuario de narcotraficante y de nacionalidad paraguaya.
Otros 12 arrestados serán interrogados, según fuentes judiciales citadas por la agencia estatal Télam.
Unas 200 personas acudieron desde el miércoles a guardias hospitalarias con graves síntomas de intoxicación por una sustancia aún desconocida y usada para estirar el estupefaciente, indicó el Ministerio provincial de Salud.
Una madre, que solo se identificó como Sandra, temerosa de represalias de los narcos, dijo frente al Hospital Bocalandro: «Estoy aquí apoyando a mi hijo de 28 años, de todo corazón. Él es un buen hijo. Es obrero metalúrgico, pero es adicto. No sé cómo ayudarlo. Y vivimos muy cerca de donde venden la droga. Tenemos miedo de que nos reconozcan».
«Hubiera sido una tragedia mayor«, advirtió el jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, si las autoridades no hubieran confiscado unas 400 dosis de la cocaína adulterada en el asentamiento Villa Puerta 8 y casi 20.000 dosis en el barrio de Aquino, ambos en la periferia noroeste.
Las autoridades admitieron que aún no se ha determinado cuál fue la sustancia empleada para procesar la cocaína, aunque se sospecha de «un opiáceo», dijo el ministro de Salud.
Los gobiernos federal y provincial calculan que en el Área Metropolitana (la capital y alrededores, donde viven unos 13 millones de habitantes) se venden a diario unas 250.000 dosis de cocaína.
Desde la década de 1970, Argentina entró en las rutas mundiales del narcotráfico y se convirtió en lugar de consumo, aunque no de producción de drogas ilícitas, según informes gubernamentales.