El gobernador lanzó pullas por las condiciones que el alcalde de Medellín puso para dar el aporte del Distrito. El proyecto se caería sin esa plata, según Mintransporte.
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Además de estar ya embolatado por la falta del aporte que le corresponde dar a Medellín, al Tren del Río le salió otro problema: tendrá que competir por la financiación de la Nación con los cinco metrocables propuestos por el alcalde Daniel Quintero. Para el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, de visita ayer en Medellín, los dos proyectos tienen la misma prioridad, pese a que los metrocables están apenas en borrador.
La incertidumbre que tiene en vilo al proyecto férreo generó la molestia del gobernador Aníbal Gaviria, quien ayer le lanzó nuevos dardos a Quintero por “ponerle palos a la rueda” a la iniciativa. “El Tren del Río es tan importante como los cables. Estos sin el tren perderían la importancia y su posible viabilidad”, le dijo el ministro a EL COLOMBIANO.
Este, quien se habría entrevistado en la mañana de ayer con Quintero, también sostuvo que el mandatario local no confirmará la participación del Distrito hasta que se desenrede el encendido de Hidroituango. “El alcalde va a esperar el resultado de este proceso; una vez esté listo, se tomará la decisión frente a lo que aportará”, agregó.
Este panorama tiene en suspenso la financiación del proyecto de movilidad que descongestionaría la línea A del metro. Eso, según Gaviria, es más que infortunado. El gobernador incluso tildó al alcalde de ponerle un “palo a la rueda al proyecto”, además de arriesgar los $3,3 billones (70% de los recursos requeridos para la obra) con los que participaría la Nación.
“El Tren del Río ya tiene aprobados los aportes, los diseños y cuenta con los respaldos técnicos de los ministerios de Transporte y Hacienda. Aunque estoy de acuerdo con los cables, los estudios y diseños pueden tomar años, por lo que no hay que crear esa dicotomía: ¿tren o cables? No, prioricemos el tren y, en paralelo, estructuramos los cables. No hay que enredar el proyecto con disculpas por fuera de contexto”, afirmó el gobernador.
La cuestión es que la región debe asumir el 30% de los recursos para que el megaproyecto encuentre su cierre financiero. Los aportes deben salir de la Gobernación, el Área Metropolitana, el Metro y la Alcaldía de Medellín. La única entidad indecisa es esta última, a la cual le corresponden $800.000 millones, poco más del 8% de la participación. “Si no tenemos los recursos de Medellín, estaríamos en un problema serio: ¿cómo vamos a financiar esa parte que le toca al Distrito?”, se preguntó el ministro.
¿Y el José María?
Pero el futuro del Tren del Río no fue el único que zarpó ayer a la discusión pública en la región. El ministro Reyes también se refirió a las obras que se requieren en el aeropuerto José María Córdova. Afirmó que los trabajos comenzarán a más tardar la próxima semana, luego de reconocer que se presentó un retraso —las obras debían arrancar esta semana—.
“El concesionario ya tiene el documento en el que nos comprometemos con $45.000 millones este año, además de los $17.000 millones restantes para 2023. Estamos a la espera de firmar un otrosí y de que el concesionario arranque con las obras”, sostuvo.
La intervención consiste en la modernización y adecuación de las áreas nacionales e internacionales del terminal aéreo. Es el caso del manejo de equipajes, zonas de check in, filtros de seguridad, salas de embarque, módulos de inmigración y atención de abordaje de pasajeros. Estas obras, que rozan los $70.000 millones, integran la etapa previa a la construcción de una nueva terminal y la segunda pista.
“Esta es la fase de primeros auxilios para atender la urgencia que se vive en el momento. Ya se han apropiado unos recursos y entregado al concesionario. Está pendiente la firma de un documento para empezar los trabajos”, confirmó el gobernador. La intervención es fundamental porque al aeropuerto, a esta altura, no le cabe ni un alfiler. Las filas en los ingresos de vuelos nacionales e internacionales se extienden de punta a punta en las horas pico y, otras veces, rodean el aeropuerto. Un dato retrata lo que ocurre: la proyección de movimiento de pasajeros para el cierre de este año es de 13 millones, cuando la capacidad solo llega a los 11 millones.
“Las obras las ejecutará la concesión. Es lo que más se necesita en el momento: la intervención permitirá atender otros tres millones de pasajeros”, dijo el ministro.
Pese a que el anuncio representa un parte de tranquilidad en medio de las turbulencias que afronta el Tren del Río y que el gobernador Gaviria también afirmó que la “pelota” está más del lado de la concesionaria del aeropuerto, aún hay interrogantes que requieren claridades.
Fuentes cercanas a Airplan —entidad que opera la terminal— sostienen que todavía no se ha formalizado la adjudicación de los trabajos, contrario a la respuesta que la Oficina de Prensa del Ministerio de Transporte compartió con este diario el lunes pasado: “Las obras las ejecutará Airplan, vigilada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)”.
Pese a que consultamos a la concesionaria por el particular, previo al cierre de esta edición no confirmó cuál será el cronograma de obras o si asumirá o no la intervención. El panorama, entonces, aún no aclara del todo para ninguno de los dos proyectos.