Los resultados de los análisis serán fundamentales para definir nuevas acciones de control y recuperación ambiental por parte de las autoridades.
Con el fin de seguir de cerca la crisis ambiental que se registra en Playa Blanca y la ciénaga de Portonaito, una comisión técnica de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) realizó una visita técnica.
Desde la autoridad ambiental indicaron que esta nueva visita tuvo como objetivo continuar con la evaluación de los impactos ambientales en estas zonas, donde recientes análisis de laboratorio han detectado presencia de coliformes en el agua marina.
Durante la jornada, Cardique informó que se tomaron muestras en 16 puntos estratégicos para analizar parámetros de calidad del agua marina y determinar si cumple con los estándares para el contacto primario. Adicionalmente, por tierra en Playa Blanca se realizó una inspección de los vertimientos y del manejo de residuos sólidos, factores claves en la protección de este ecosistema.
Esta visita contó con el respaldo de entidades como la Oficina de Asuntos Ambientales de la Alcaldía, Secretaría de Turismo, el Dadis, la Alcaldía Local 1 y Parques Naturales, con quienes se sigue articulando esfuerzos para mitigar los impactos negativos y promover prácticas sostenibles en estos entornos naturales.
Desde Cardique manifestaron que los resultados de los análisis serán fundamentales para definir nuevas acciones de control y recuperación ambiental, en busca de garantizar la protección de los ecosistemas y la seguridad de visitantes y comunidades locales.
Hoja de Ruta para seguirle la pista a la crisis ambiental en Playa Blanca y Portonaito
Es importante precisar que, en la reunión que se realizó hace algunos días donde participaron representantes del Distrito, la Policía, la Dirección General Marítima (Dimar), Secretaría de Turismo, Cardique y otros actores claves, se establecieron cuatro temas clave para la recuperación de las mencionadas zonas.
Diagnóstico ambiental: Establecer el concepto real de lo que ocurre con los vertimientos en Playa Blanca.
Toma de muestras: Recolectar nuevas muestras de agua para obtener un panorama actualizado.
Monitoreo constante: Ampliar el monitoreo de la calidad del agua, utilizando las mediciones como referencia para evaluar la situación.
Capacidad de carga: Analizar la capacidad del ecosistema para soportar la presión ambiental, con miras a implementar soluciones sostenibles, tal como lo recomienda Cardique.
Hay que recordar que durante la primera inspección realizada los técnicos de Cardique encontraron indicios de contaminación microbiológica y también documentaron la presencia de residuos sólidos, tanto ordinarios como peligrosos (incluyendo combustibles y aceites). Además, alertaron del notable deterioro en los ecosistemas de manglar y la presencia continua de embarcaciones turísticas en la zona.
“Entre los hallazgos más alarmantes se destacan tubos que, presuntamente, son utilizados para la descarga de aguas residuales domésticas provenientes de viviendas colindantes, así como zonas de baja mar en Playa Blanca que podrían estar contribuyendo a procesos erosivos”, informó la autoridad ambiental.
“Estas condiciones amenazan los ciclos reproductivos de especies protegidas, como la tortuga carey, lo que pone en riesgo el disfrute recreativo de las playas”, agregaron desde Cardique.