Seis mil millones de pesos fueron las pérdidas del Hospital San Vicente Fundación de Medellín en el mes de abril, a raíz de la pandemia. La facturación se redujo entre un 40 y 45 por ciento por la baja ocupación.
La difícil situación económica obligó a tomar algunas medidas, entre ellas, la terminación de los contratos de 20 profesionales de la salud.
El presidente de San Vicente Fundación, Mauricio Tamayo, aseguró que también se están ajustando los turnos acordes con la demanda que tienen en la actualidad. Lamentó la salida de los médicos y las enfermeras, pero indicó que se busca la sostenibilidad financiera.
«También hemos tenido que tomar unas medidas duras como son la terminación de contratos a trece personas en el hospital de Medellín y siete en el hospital de Rionegro. Son 20 empleos de una comunidad de 2 mil 900 personas, nos duele, es duro, pero estas medidas nos están llevando a la sostenibilidad y viabilidad del hospital», señaló.
El presidente de la Asociación Médica (Asmedas), Germán Reyes, lamentó que médicos generales, endocrinólogos, reumatólogos, cirujanos y enfermeras, con un promedio de 15 y 18 años de antigüedad, queden cesantes cuando en estos momentos se requieren sus servicios vitales.
«El argumento es la situación financiera porque venían con dificultades que se agudizaron con la pandemia. Hay especialidades muy necesarias para el control del coronavirus.. No entendemos cómo despiden a médicos que son necesarios dentro de la atención», puntualizó.
Las directivas de San Vicente Fundación le insistieron al Gobierno Nacional en la necesidad de adoptar una serie de medidas que permita una remuneración a la disponibilidad que tienen en los hospitales y que se asignen recursos adicionales para la compra de cartera.