Le pidió al alcalde Herman Correa un informe de las acciones de protección animal que ha desarrollado.
La orden del alcalde de La Pintada, Herman Correa, de sacar dos perros de las instalaciones donde funciona la administración pública en ese municipio está pasando de castaño a oscuro y dejó de ser un incidente doméstico para convertirse en un asunto de repercusión nacional.
La Procuraduría General de la Nación acaba de requerir al alcalde Correa información de las acciones y medidas adoptadas para garantizar la protección y el bienestar de los animales en esa localidad del suroeste antioqueño, dentro de una indagación sobre posible negligencia y maltrato hacia estas especies.
Le recomendamos leer: ¿Por qué el alcalde de La Pintada prohibió que funcionarios alimenten animales en la sede de gobierno?
La orden tiene relación con un video que circula en X (antes Twitter) desde la semana pasada, en el que se observa la discusión del mandatario con varios subalternos. En él se ve que prohíbe echarles comida dentro del terreno que le sirve de sede a la Alcaldía a dos perros callejeros.
Según la Procuraduría, “el mandatario deberá referir un informe ejecutivo que incluya, entre otros, las campañas educativas y culturales destinadas a promover el cuidado de los animales, las acciones para asegurar espacios para el cuidado de los animales, los programas sobre tenencia responsable y los mecanismos para investigar y sancionar el maltrato animal”.
Igualmente, le pide detalles sobre mesas de trabajo con entidades relevantes para fortalecer la protección animal, así como los pormenores sobre jornadas de vacunación antirrábica y cobertura de vacunación.
Tras el incidente con los funcionarios que se hizo viral, el alcalde Correa le explicó a EL COLOMBIANO que la administración de La Pintada está desde hace varios años en un lote con varios módulos, ubicado entre la margen del río Cauca y la vía de ingreso al pueblo, una infraestructura que antes servía como campamento de la empresa que acometió las obras de la vía Pacífico 2; desde entonces deambulaban por allí perros y gatos sin dueño, y se hizo costumbre que la gente abandonara sus mascotas por ese paraje.
Además, le sugerimos: El pueblo de Antioquia que tiene funcionando a su alcaldía dentro de un contenedor
Así, según contó Correa, se acumularon alrededor de 20 canes y un número todavía mayor de gatos, sin que el Municipio tuviera presupuesto para atenderlos.
Con brigadas de esterilización y campañas de adopción, la Alcaldía habría logrado que solo quedaran los dos canes referidos y unos cinco felinos, pero el problema comenzó hace unos dos meses, cuando los perros comenzaron a tener comportamientos agresivos con algunos usuarios, al punto de que mordieron a dos.
No solo estas personas están pidiendo una indemnización al Municipio, sino que la Personería ya le hizo al alcalde Correa dos llamados para que le ponga coto a la situación y prevenga que ocurran más incidentes similares.
Además, luego del rifirrafe con los funcionarios que adquirió connotaciones mediáticas y ahora hasta legales, se selló un compromiso para destinar un espacio cerrado donde pueden permanecer los perros en el día y que se les deje sueltos en la noche, cuando no hay público; además, se creó una mesa de diálogo para analizar qué hacer a largo plazo con el tema.
Así mismo, le puede interesar: La urbanización que es ejemplo al convertir basura orgánica en abono
De acuerdo con Correa, desde enero de este año, cuando se posesionó y a falta de recursos propios, ha gestionado más de 140 millones de pesos para acciones de bienestar animal.
No solo el Ministerio Público ha intervenido en el asunto. También el jueves pasado el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, le dio instrucciones al secretario de Ambiente y Sostenibilidad, Jimmy Collazos, para que se desplace hasta La Pintada para verificar la situación.