La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s (S&P Global) estima que el partido que gane las elecciones dominicanas de este 2024 enfrentará el desafío de «aprobar reformas estructurales largamente demoradas».
La agencia estadounidense señala que diferentes gobiernos del país han enfrentado «consistentemente desafíos» para aprobar e implementar reformas estructurales, como modificaciones al sistema tributario, al sector eléctrico, a las pensiones o al sistema laboral.
Observa que el actual gobierno perremeísta -en la administración desde el 16 de agosto del 2020- ha podido aprobar algunas medidas complementarias, pero advierte que aún está por verse si se aprobarán e implementarán reformas más profundas después de las elecciones presidenciales y legislativas de mayo del 2024.
«Esto dependerá no solo del panorama político después de las elecciones, sino también de la voluntad de la administración de abordar estos problemas de larga data», dice la agencia.
«Las rigideces presupuestarias y una elevada carga de intereses están pesando sobre la flexibilidad fiscal del gobierno -agrega-; la incapacidad o falta de voluntad para promover medidas de política correctivas podría conducir a perfiles fiscales y de deuda estructuralmente más débiles», indica en el borrador de un reciente informe sobre el país del 3 de enero del 2024.
Basado en este informe, el Ministerio de Hacienda reportó la semana pasada a la prensa, que dicha agencia crediticia reafirmó la calificación de riesgo del país en «BB» con perspectiva estable, valorando, entre otros aspectos, el fortalecimiento de las instituciones gubernamentales.
Aunque en el reporte se destaca que la estabilidad macroeconómica seguirá siendo la base de la solvencia crediticia de la nación, que el país sentirá menos presión inflacionaria por la estricta política monetaria y se resalta el buen desempeño del sector turismo, también se advierten necesidades en el corto plazo que pudieran afectar la calificación del país, un año después de que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) real fuera menor a lo usual, estimado por la agencia en 2 % .
«Podríamos bajar las calificaciones durante los próximos 12 a 18 meses si el crecimiento económico pierde impulso por razones estructurales, lo que podría resultar en mayores déficits fiscales y un empeoramiento del perfil externo. También podríamos bajar las calificaciones si los desafíos actuales para aprobar reformas se traducen en déficits fiscales y deuda sustancialmente mayores», se advierte en el reporte.
En cambio, se anticipa que la calificación podría subir en ese mismo tiempo si el país demuestra capacidad para aprobar e implementar reformas que mejoren su planificación fiscal y de deuda, lo que se traducirá en menores déficits gubernamentales.
- El país lleva más de una década con la meta de alcanzar una calificación de grado de inversión, que se obtiene mediante las evaluaciones de las firmas calificadoras. Esta debe ser «BBB» o mayor.