La secretaria de prensa de la Casa Blanca recalcó que las personas se convierten “por definición en criminales” al ingresar ilegalmente a Estados Unidos.

Las múltiples detenciones y las deportaciones que comenzaron desde que Donald Trump regresó a la presidencia en Estados Unidos han generado incertidumbre entre miles de personas indocumentadas que se encuentran en el país norteamericano.
A pesar de que el mandatario republicano había prometido enfocarse en la expulsión de “criminales violentos”, su administración dejó en claro que todos los migrantes en situación irregular (delito federal en Estados Unidos) serán considerados criminales y sujetos a deportación.
Así lo aseguró Karoline Leavitt, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, en su primer encuentro que sostuvo con los medios este martes, poco más de una semana después de ser la funcionaria más joven en asumir este cargo.
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Tras ser cuestionada por los periodistas sobre aquellas personas que se encontraban detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que no tenían registros penales previos, la portavoz de 27 años precisó que la política migratoria de Trump no hará distinciones entre migrantes ilegales que han cometido delitos graves y aquellos que solo entraron irregularmente al país.
“Si un individuo ingresa ilegalmente a Estados Unidos, por definición es un criminal, por lo tanto, está sujeto a deportación. Los traficantes de drogas, violadores, asesinos (…) definitivamente esos deberían ser prioridad para ICE, pero eso no significa que los criminales ilegales que ingresan a las fronteras de nuestra nación estén fuera de la mesa”, aseguró Leavitt.
La portavoz reiteró que el gobierno estadounidense considera que entrar sin autorización al país constituye un delito. “Sé que la administración anterior (de Joe Biden) no lo vio de esa manera, por lo que es un gran cambio cultural en nuestra nación ver a alguien que viola nuestras leyes de inmigración como un criminal. Pero eso es exactamente lo que son”, afirmó.
Las palabras de Leavitt vienen luego de que el canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, asegurara que los 201 deportados que llegaron a Bogotá el martes “no tienen ningún pendiente con la justicia, ni en Colombia ni en los Estados Unidos. No son criminales”, remarcó.
El funcionario, quien informó sobre la situación de los connacionales en el exterior— entre los cuales regresaron hombres, mujeres embarazadas y niños— dijo que “ser migrante no es un delito”.
Sin embargo, la Casa Blanca insistió en que la presencia ilegal en el país es suficiente para ser considerado un criminal. “Todos ellos (tienen antecedentes), porque violaron ilegalmente las leyes de nuestra nación. Y, por lo tanto, son criminales en lo que respecta a esta administración”, dijo la secretaria de prensa de Trump.
Las amenazas de Trump de deportar a miles de personas lo enfrentan con los gobiernos de América Latina, de donde se estima provienen la mayoría de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
Con información de AFP*