Gracias a videos registrados por una cámara de seguridad, la comunidad de Girón notó que la pequeña se había ido con el dueño de la casa donde ella vivía con su familia.
Hay consternación en la comunidad del barrio Rincón de Girón, en el municipio de Girón, departamento de Santander, tras conocerse el asesinato de una niña de 8 años, quien fue identificada como Kerly Cuevas.
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La madre de la menor reportó el 1 de mayo, a las 8:30 de la mañana, que no encontraba a la pequeña en la casa donde vivían, así que procedió a ir a buscarla a las viviendas de los amiguitos y vecinos, pero no obtuvo razón de Kerly.
Minutos después, la comunidad de Girón, la Policía y la Defensa Civil empezaron a trabajar en conjunto para dar con el paradero de la niña. Gracias a la cámara de seguridad de un vecino, las autoridades descubrieron que Kerly pasó cerca de su casa y que estaba acompañada de un hombre, quien sería el arrendatario del lugar donde vivían la niña y la madre.
El señalado asesino de Kerly Cuevas no quería brindar información
Con esta contundente pista, de acuerdo con el coronel Diego Pinzón, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, las autoridades dirigieron su atención a este sujeto para que revelara dónde se encontraba la menor, pero, pese a que lo habían capturado y a que la comunidad le exigía revelar información sobre el paradero de Kerly, el hombre no dijo una sola palabra y se fue con los agentes.
Después de muchas horas, gracias a la cooperación de la comunidad con las autoridades, encontraron a Kerly en una zona boscosa del Río de Oro, pero estaba sin vida.
Tras la presunta vinculación del arrendatario con la muerte de la pequeña, la comunidad intentó lincharlo.
Se desconocen cuáles fueron las causas de la muerte de Kerly.