Esta especie marina no es común verla, incluso, se dio por desaparecida hace setenta años.
DA
@dcdocumentaries Rhizostoma pulmo, capaz de llegar a medir 100cm de diámetro. #medusa #giant #jellyfish #marinebiology #fypシ #animals #wildlife #biologia #relax #ocean ♬ Einaudi: Dietro Casa – Ludovico Einaudi
Esta especie marina causó un gran asombro entre los bañistas, quienes en redes sociales publicaron diferentes videos en los que se evidencia que tenía al menos unos 60 centímetros de diámetro y pesaba entre 10 a 15 kilos.
Al ver a la gran medusa, dos personas decidieron sacarla del agua con la ayuda de una bolsa de plástico, llamando así la atención de los presentes en la playa, quienes se acercaron a la zona para observar de cerca al animal.
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El científico retirado del instituto Español de Oceanografía, Julio Más, le contó al diario ‘El Español’ que por las características que tenía el ejemplar se trata de una Rhizostoma luteum, una medusa de aguas atlánticas.
Localizan una medusa Rhizostoma luteum del Atlántico en Murcia: un 'alien' de 40 kilos y 70 centímetros
➡️ El científico Julio Más subraya que hace 15 años que no ve una en playas murcianas: "Es una especie que es poco común verla en el Mediterráneo" pic.twitter.com/VAu6WZe0GX
— Enclave ODS (@enclaveods_ee) July 28, 2023
«Es una especie que es poco común verla en el Mediterráneo y que se dio por desaparecida hace setenta años porque no se veían ejemplares», comentó Más. Desde 1827, esta medusa solo ha sido mencionada en la literatura científica en seis ocasiones, pues es bastante difícil de encontrar sus poblaciones.
En el verano de 2021, este animal marino volvió a ser visto en la ciudad de Cádiz, lo que causó alamar entre los turistas. Incluso provocó que en las playas de Chipiona, Rota o El Palmar se cambiase el color de las banderas para alertar a las personas de las zonas.
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Aunque esta medusa tiene tentáculos oscuros, parecidos a los de la carabela portuguesa, la Rhizostoma luteum no es venenosa.
«La Rhizostoma luteum se diferencia de la carabela portuguesa en su tamaño, puede medir más de un metro, y tiene forma de caparazón, a diferencia de la otra especie, de 40 centímetros y con forma de vela», afirmó Más.
El científico también aseguró que esta especie es de mar abierto y puede haber terminado en Mazarrón por un cambio de corrientes o por el viento, pues tienen poca capacidad de movimiento.
Por último, comentó que esta pueden pesar más de 40 kilos porque el 95% es agua y parece una gelatina. Lo que es recomendable hacer en caso de verla es no tocarla, por qué es urticante y puede causar irritaciones en la piel. Lo ideal sería alejarse y dejarla tranquila porque su presencia es positiva para el ecosistema marino.
DANIELA LARRARTE ASAAD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO