POR VANESA RESTREPO |
Los 10 alcaldes del área metropolitana acordaron el pasado fin de semana terminar la estrategia 4-3 que desde hace más de un mes venía operando los fines de semana y que consistía en cuatro días de apertura para el comercio y la industria, por tres días de cierre.
La decisión, explicó Braulio Espinosa, alcalde de Envigado, fue unánime y obedeció a dos factores: que “el pico” de contagios se aplanó y se convirtió en una meseta, y que los cierres estaban dejando grandes impactos económicos.
“Hay que enseñarle a la gente a reactivar la economía, cuidándonos de manera conjunta. No solo con comparendos, porque es una acción limitada. Todos los territorios son distintos y cada alcalde debe intervenir según las particularidades de su territorio. Aquí en Envigado vamos a analizar en la sala situacional cómo está la situación para saber si hay que hacer cierres preventivos en algunos barrios”, dijo.
Así las cosas, el próximo fin de semana en lugar de tener una cuarentena estricta, sin actividad comercial, el Valle de Aburrá aplicará un pico y cédula de dos dígitos y mantendrá controles en zonas donde se detecten aglomeraciones o fiestas.
¿Funcionó la estrategia?
Cuando Medellín decretó el estado de cuidado total, el pasado 13 de julio, la ciudad tenía 604 camas UCI, de las cuales 167 estaban ocupadas con pacientes covid. Hoy, según la Secretaría de Salud, hay 883 camas de las cuales 327 están ocupadas por contagiados con coronavirus, 53 con otras infecciones respiratorias agudas y 267 con otras enfermedades.
“La estrategia de 4-3 ha sido exitosa. Permitió disminuir la velocidad de incremento semanal de casos en cerca de 40 %, logrando mitigar, a manera de meseta, el pico de la epidemia que se esperaba desde julio”, explicó Andree Uribe, secretaria de Salud.
La funcionaria agregó que la ciudad tiene varias camas UCI adicionales (88, según el sistema de información) que se pondrán en servicio cuando la demanda de pacientes lo requiera. “Levantamos las restricciones por los próximos fines de semana, confiando en que la pedagogía en las comunas sea exitosa y que la ciudadanía está comprometida”, concluyó.
Pero no todo es color de rosa. Los comerciantes, agremiados en Fenalco Antioquia, sostienen que los cierres dejaron multimillonarias pérdidas económicas y de empleo.
Carlos Pineda, director de la agremiación, explicó que a pesar de las medidas tomadas por las autoridades, estamos “en el peor de los mundos” con altos índices de contagios y un desempleo alto (25 % frente al 19,7 % nacional, según el Dane).
“En Antioquia se han perdido no menos de 500.000 empleos, según los reportes de las cajas de compensación. Y por cada día de cierre no se pierden menos de $45.000 millones. Es decir, un puente festivo como el pasado, dejó pérdidas estimadas en $130.000 millones”, explicó.
Por eso celebró la decisión de los alcaldes pues, a su juicio, después de cinco meses los cierres estrictos ya cumplieron su ciclo y propósito, que era permitir que el sistema de salud se preparara.
Gobernador, en desacuerdo
En diálogo con EL COLOMBIANO, el gobernador (e) de Antioquia, Luis Fernando Suárez, dijo que no comparte pero respeta la decisión de los alcaldes metropolitanos.
“Nuestra ruta de trabajo está orientada a tomar decisiones informadas, sustentadas en lo técnico y en los epidemiólogos. Las cifras que vemos son buenas: los casos han venido teniendo un control, pero pensamos que no es momento de flaquear”, declaró.
Suárez tiene tres preocupaciones: la primera es que, según los cálculos de los epidemiólogos, la ocupación de camas UCI durante septiembre podría superar 90 % y, a su juicio, una apertura el próximo fin de semana podría traer como consecuencia una alza en los contagios dos semanas después.
La segunda es que, precisamente en septiembre, los profesionales del área de la salud habrán acumulado 200 días de trabajo intenso y sin descanso, lo que se traduce en agotamiento. “Ya hemos visto aumento de contagios en el sector salud y dos médicos fallecieron”, explicó.
Y la tercera es el plan cosecha en el Suroeste que, según las estimaciones oficiales, se esperan entre 1.000 y 6.000 nuevos contagios de coronavirus.
Suárez dijo que no impondrá decretos de cuarentena en las regiones, pero que sí les propondrá a los alcaldes una nueva medida. “Estamos evaluando el modelo 5-2 (cinco días de apertura y dos de cierre). Lo socializamos con el viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, y él está de acuerdo. Vamos a buscar concertación”, agregó.
Otras regiones
En Oriente, los alcaldes aún no han concertado nuevas medidas para los próximos fines de semana. Según explicaron, el tema se estará discutiendo entre hoy y mañana.
En Urabá las alcaldías de Turbo y Apartadó mantendrán sus respectivos sistemas. En el primer municipio, hay un cierre estricto el fin de semana, que solo permite actividad comercial para farmacias y domicilios.
En Apartadó, según el coordinador del plan de contingencia de covid, Diego Parra, habrá cierres pedagógicos con controles policiales nocturnos en las comunas. El próximo fin de semana el turno será para la comuna 2, que no tendrá actividades comerciales entre sábado y martes .