ANGIE GOEZ AHUMEDO
Felicidad es la palabra que resume el sentir de los pasajeros que llegaron en la mañana de hoy a Cartagena en un vuelo proveniente de Bogotá.
Más de 100 personas llegaron a la ciudad a visitar a sus familiares, otros a hacer negocios y otros a realizar turismo después de cinco meses de confinamiento.
“Estoy contento con el reinicio de los vuelos, no escondo que estoy nervioso por un posible rebrote, por eso es importante que todos nos cuidemos. Es clave que todos nos protejamos, el autocuidado es la clave para proteger a toda la sociedad”, dijo el alcalde, William Dau.
Las actividades permitidas
Con la llegada de turistas surge la duda de qué actividades podrán realizar los viajeros teniendo en cuenta que aún hay restricciones de movilidad.
Sin embargo, según ha señalado María Claudia Peña, asesora del Distrito para la reactivación, los visitantes podrán circular por la ciudad sin ningún problema, siempre y cuando lleven consigo el tiquete, reserva, o algún documento que demuestre su llegada a la ciudad. Es decir, para ellos no aplicará el pico y cédula.
“Nuestro Centro Histórico se encuentra habilitado, lo único que tiene restricción es el ingreso a la playa como bañista, pueden transitar a través del litoral, pueden ir a los restaurantes, por supuesto a los hoteles en la zona urbana y corregimental se encuentran habilitados y esperamos que disfruten de toda la gastronomía y oferta cultural que tiene la ciudad para ofrecerles”, dijo la funcionaria.
Peña también aseguró que espacios como el Castillo San Felipe abrirán en octubre pues todavía se trabaja en los protocolos al igual que el servicio de coches.
Además, que las plazas del Centro Histórico estarán abiertas, pero no se podrá consumir licor.
“Esperemos que en la medida que vayan llegando nuevos vuelos podamos ir abriendo otros atractivos turísticos en la ciudad. No podemos volver a la misma normalidad que teníamos antes, con muchas aglomeraciones, donde no había distanciamiento social, esa adaptación se trata de cómo podemos adaptar las normas de bioseguridad a nuestra cotidianidad”, indicó.