La disputa entre estructuras enfrentadas a una banda de la localidad llevó a que asesinaran a cuatro personas dentro de un bus. Ofrecen recompensa por el cabecilla de esta estructura.
Cuatro jóvenes, quienes apenas estaban rodeando la mayoría de edad, acabaron masacrados dentro de un bus que cubría la ruta entre Medellín y Puerto Berrío, en una situación que estaría relacionada con confrontaciones de una estructura que opera en este municipio y en un corregimiento del vecino Cimitarra, que ya pertenece a Santander. Las autoridades ya identificaron al señalado responsable, por el cual ofrecieron una millonaria recompensa.
Sobre las 8:45 p.m. del lunes, el bus de la empresa Coonorte, que había salido a las 5:00 p.m. de la Terminal del Norte, de Medellín, se detuvo en las glorietas del sector Las Flores, en el corredor que conecta a Medellín con este municipio, los santanderes y la Costa Atlántica, más exactamente en el kilómetro 91 de esta vía.
Allí se bajaron dos mujeres y acto seguido se subieron dos hombres armados, quienes, acercándose a puestos del vehículo puntuales, como si ya supieran donde se encontraban, dispararon uno a uno contra cinco de los pasajeros. Cuatro murieron en el vehículo y el quinto resultó herido.
Las balas acabaron con la vida de Geraldine Acero, de 18 años; José Manuel Salgado González (alias Monocuco), de 18; Estivian Efrén Monsalve Betancourt (Stivia), de 17; y Jeferson Andrés Parra Castaño (Gomita), de 16. Otro joven resultó herido y en el mismo bus lo trasladaron hacia el Hospital César Uribe Piedrahita, de la localidad, donde se recupera de las heridas.
A alias Monocuco lo capturaron el fin de semana pasado en este municipio del Magdalena Medio por porte y tráfico de estupefacientes, pero un juez de control de garantías lo dejó en libertad horas más tarde. Las otras víctimas también tendrían antecedentes judiciales, de acuerdo con la Policía.
“Los menores de edad tenían varios ingresos al sistema de responsabilidad penal para adolescentes y los mayores de edad tenían antecedentes o anotaciones judiciales por diferentes delitos, especialmente homicidio, tráfico de estupefacientes, extorsión y concierto para delinquir”, expresó el comandante de la Policía de Magdalena Medio, coronel Luis Alejandro Cubillos Cancelado.
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Origen del conflicto
La muerte de estos cuatro jóvenes estaría vinculada con confrontaciones de la banda Comuna Organizada del Oasis, que operaría en varios barrios de Puerto Berrío y el corregimiento Puerto Olaya, de Cimitarra, Santander.
Al parecer, las cuatro víctimas pertenecerían a una estructura conocida como Los de la Paz, por el nombre del barrio donde se creó, en una disputa en la que también estaría implicada una organización conocida como Los de Puerto Olaya.
“En esa zona y otros barrios cercanos hay una fuerte disputa por el control del microtráfico y las extorsiones y esto habría llevado a que se presentara este ataque”, relataron fuentes de la localidad sobre este crimen.
El alcalde de este municipio, Gustavo Medina, aseguró que el gran problema de la seguridad de Puerto Berrío pasa por las confrontaciones de grupos de delincuencia organizada, que se tomaron los principales barrios, pero que no tienen mayores inconvenientes con grupos armados.
Y la disputa entre estas organizaciones delincuenciales ya dejaron 42 homicidios este año en Puerto Berrío, cuatro más que el año pasado a la fecha y ocho más que en el 2021.
Hay un presunto responsable
El coronel Cubillos Cancelado atribuyó la responsabilidad a quien sería el máximo cabecilla de esta estructura, Erueel David Mendoza Escobar, conocido con los alias de Messi Junior o Niche, y quien está en el cartel de los más buscados por extorsión.
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“Está completamente identificado, es más, tiene orden de captura por los delitos de extorsión, concierto para delinquir y homicidio. Hemos coordinado con Interpol para generar circular azul y lograr la captura de este delincuente lo más pronto posible”, aseguró el oficial.
Para dar con la captura de Messi Junior, las autoridades atacan en varios frentes: por un lado ofrecieron una recompensa de hasta $100 millones por su paradero y por los autores materiales de esta masacre; y por el otro, un despliegue de autoridades articulado entre la Fiscalía, Interpol, la Policía del Magdalena Medio y la Brigada 14 del Ejército.
