La administración reconoció que el proyecto ha afrontado múltiples dificultades técnicas y financieras.
📻#AlAire990AM I Cerca de cien beneficiados protestaron a las afueras del proyecto Ciudad del Este de Medellín por la demora de tres años en la entrega de las viviendas de interés prioritario. (Video: cortesía afectados). pic.twitter.com/uuKAOgm1mg
— RCN Radio Medellín (@RCN990Medellin) November 17, 2020
Con pancartas, cánticos y rezando, cerca de cien beneficiarios del proyecto Ciudad del Este de Medellín lideraron una protesta a las afueras de la obra por los retrasos en la entrega de los 448 apartamentos de interés prioritario.
En 2014 fue la convocatoria, en 2017 estarían terminados, después se reprogramó para abril de 2020, pero hubo cambio de administración y hoy no se tiene claridad de fecha de entrega. Se avanza en la construcción de un puente y aún falta una vía de acceso.
Edwin González, uno de los afectados, aseguró que la gente está cansada de pagar arriendo, dinero que podrían abonar a la deuda del inmueble. Por eso, muchos quieren pasarse a los apartamentos así como están.
«Confiamos en que en la próxima reunión que tengan Isvimed y los constructores, logren llegar a un acuerdo. La gente está mirando cómo está el edificio para venir a habitarlo. Si le falta mucho, pero los beneficiados están cansados de pagar arriendo y prefieren ir adecuando el apartamento», señaló.
En un comunicado, el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (Isvimed) reconoció que Ciudad del Este ha atravesado “múltiples inconvenientes técnicos y financieros” desde el 2014 y que a la fecha se “vienen corrigiendo”.
La entidad afirmó que adelanta las acciones para terminar el puente y el proyecto. Sin embargo, los desarrolladores no han firmado el otrosí y solicitaron un arreglo directo con “pretensiones desbordadas sin sustento”.
Los apartamentos tienen 45 metros cuadrados y están ubicados en Buenos Aires. Tuvieron un valor de 70 salarios mínimos legales vigentes, que en la actualidad equivalen a 61 millones de pesos. Los hogares beneficiados debían tener ingresos inferiores a los dos salarios y tener ahorrado el 5 por ciento de valor. El resto sería financiado con un crédito bancario.
