La Alcaldía municipal le pide intervención a la Gobernación y al Gobierno nacional teniendo en cuenta que hay una ocupación de bóvedas de más del 95%.
TOMADA DE:https://caracol.com.co/
Un cuento ‘macondiano’ es lo que está viviendo el municipio de Juan de Acosta, Atlántico, debido a que en el cementerio municipal “no cabe un muerto más”. Incluso, las familias se están prestando las bóvedas para poder enterrar a sus parientes.
De acuerdo con cifras de la Alcaldía municipal, el cementerio Morada de Paz, el cual fue construido entre los años 1917 y 1947, hoy día tiene una ocupación de más del 95%.
“Juan de Acosta no tiene espacio para recibir un muerto más, no podemos ampliar el cementerio municipal respecto a que el cementerio tiene mas de 90 años y colinda con barrios que crecieron de forma espontánea. Quiero solicitar intervención inmediata del Gobierno nacional y departamental para que nos ayuden a solucionar esta grave situación”, señaló Carlos Higgins, alcalde de Juan de Acosta.
Y es que es tanto la problemática que las autoridades de la población no descartan “prohibir por decreto municipal” que la gente se muera, así lo señaló Juan David Rojas, secretario del Interior de la Alcaldía de Juan de Acosta.
“El municipio hoy atraviesa una crisis. Tenemos escasas bóvedas para sepultar a las personas que fallecen en la población”, indicó.
Rojas también destacó que la pandemia del COVID-19 influyó en que la ocupación aumentara significativamente en los últimos años. “Para los últimos muertos hay bóvedas en su gran mayoría de orden privado donde el municipio hoy se las presta al vecino, al tío, y de esa forma se ha podido mitigar un poco la emergencia”.