En el municipio de San Carlos no salen del asombro por su muerte.
En el municipio de San Carlos están consternados con la muerte de Mariody Murillo Murillo, una mujer bastante conocida y querida por la comunidad, pues se desempeñaba como secretaria de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores.
Mariody llegó a Medellín desde San Carlos hace poco más de una semana para someterse a una cirugía estética. El procedimiento se llevó a cabo en un consultorio alquilado en la clínica León XIII por un médico particular que le realizó la cirugía de liposucción el pasado 18 de junio. La cirugía salió bien y la mujer de 44 años de edad fue enviada al posoperatorio a la casa de un familiar.
Sin embargo, en la primera revisión, el 21 de junio, le detectaron a Mariody una posible anemia, por lo que fue enviada nuevamente a la casa del familiar, pues viajar hacia San Carlos en ese estado podría ser riesgoso.
Todo transcurrió sin novedad hasta el pasado martes 25 de junio, cuando la mujer tuvo que ser llevada de urgencia a las 5 de la madrugada a la Clínica de las Américas por una descompensación. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por reanimarla, Mariody batalló por su vida, pero finalmente a las 6:16 a.m. falleció.
A la espera de que se entreguen los resultados forenses que arrojen las causas de su muerte, se conoció que Mariody había sido diagnosticada hace cuatro años con hipertensión y desde ese tiempo tomaba medicamento para controlar la enfermedad.
La parroquia manifestó su tristeza por la pérdida de su compañera y la Diócesis de Sonsón Rionegro expresó sus condolencias por el fallecimiento de Murillo, quien llevaba 20 años al frente del despacho de la parroquia.
Esta es la cuarta muerte que se conoce por procedimientos estéticos en Medellín solo en lo que va de este año. El 25 de febrero, Erica Zapata, una mujer de 50 años, murió 10 días después de haberse practicado una abdominoplastia y liposucción. En la madrugada de ese 25 de febrero, comenzó a presentar un calambre en la pierna izquierda y mareo. Luego, presentó episodios de convulsiones, por lo que fue trasladada a la clínica Las Vegas, a donde llegó sin signos vitales.
Y a principios de abril hubo otra muerte. Una mujer de 57 años llegó hasta un centro estético en el barrio Laureles para realizarse la segunda sesión de un tratamiento contra las venas várices llamado escleroroterapia. En la primera sesión todo había salido bien, pero de manera intempestiva, mientras le realizaban el procedimiento, la mujer se descompensó hasta que se desvaneció por lo que, según reportó el centro estético, la mujer tuvo que ser sometida a reanimación, pero no fue posible salvarle la vida.
Ante cada caso que se reporta, las autoridades de salud departamentales señalan arreciar inspecciones y controles para evitar los procedimientos fuera de regla, como quirófanos sin tener los protocolos autorizados y cirujanos sin las debidas certificaciones. Sin embargo, la cantidad de procedimientos que se realizan en Medellín dificultan esos controles.
Desde hace dos años se conoce el llamado turismo estético, en el que supuestas agencias inescrupulosas venden paquetes a extranjeros que incluyen, además de cirugías, hospedajes y hasta actividades de entretenimiento, pero en realidad se esconde una práctica ilegal en la que las cirugías se realizan en hoteles y hospedajes de manera clandestina y sin ningún tipo de garantía médica.