El campesino que quiso salvar a su compañero fue el que recibió los golpes más severos y falleció en el fondo del pozo.
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Una tragedia se produjo en una finca de la zona rural del municipio de Fonseca la mañana del miércoles, cuando un hombre que se ganaba un jornal por limpiar un pozo artesanal para extracción de agua perdió el conocimiento al inhalar gases tóxicos que estaban en el fondo del aljibe.
Otro campesino que le estaba ayudando se percató del accidente e inmediatamente pidió ayuda a los vecinos para bajar y rescatar al hombre que agonizaba, pero cuando ya iba saliendo del pozo con su compañero también sufrió un desmayo y los dos se precipitan al fondo desde una altura considerable.
Ante esto, un grupo de ciudadanos buscó a los policías de la población Hatico Viejo, los más cercanos a la finca del suceso, y entre todos iniciaron el rescate de los cuerpos con ayuda de los bomberos que ya tenían su tanque de oxígeno portátil.
Lograron sacar con vida al hombre que había caído inicialmente, identificado como José Gregorio Pérez, de nacionalidad venezolana. Lo condujeron hasta el hospital San Agustín de Fonseca y de allí lo trasladaron a San Juan del Cesar.
El otro cuerpo es el del trabajador de la finca, José Antonio Urina Meza, nacido en Cerro de San Antonio, Magdalena, y con muchos años radicado en el sur de La Guajira. José Antonio no respondió a los ejercicios de reanimación de los paramédicos y falleció.