La organización sin ánimo de lucro, fue fundada en 1975 por la filántropa y ex primera dama de Colombia.
Este lunes festivo, 30 de junio, amaneció con la triste noticia del fallecimiento de Nydia Quintero de Balcázar, una de las figuras más influyentes en la historia del trabajo social en Colombia. Conocida cariñosamente como “Mamá Nydia”, dedicó más de cinco décadas de su vida al servicio de los más vulnerables.
La triste noticia fue confirmada por su nieta, María Carolina Hoyos Turbay, hermana de Miguel Uribe, quien paradojicamente se debate entre la vida y la muerte en una unidad de cuidados intensivos de la Fundación Santa Fe, clínica donde murió doña Nydia.
En un comunicado, la Fundación Solidaridad por Colombia lamentó con profundo pesar la muerte de su fundadora.
“Hoy despedimos a una mujer excepcional, que dedicó su vida a servir a los demás, a tender la mano a quienes más lo necesitaban, a transformar la ayuda en amor colectivo y a convertir la solidaridad en una forma de vivir”, se lee en el comunicado.
“Hace cinco décadas, doña Nydia, como cariñosamente la llamábamos, soñó con un país donde la solidaridad no fuera un gesto aislado, sino un movimiento capaz de unir a millones de personas. Y lo logró. De ese sueño nació la Fundación Solidaridad por Colombia, con el propósito de acompañar, inspirar y servir, movilizando a personas, empresas y entidades públicas y privadas en torno a un mismo sentir: fomentar la solidaridad y, a través de ella, cambiar la forma en que los colombianos entendíamos la ayuda. La convirtió en un acto cotidiano, humano y transformador”, detalló Solidaridad por Colombia.
Nydia Quintero de Turbay, 50 años al servicio de los colombianos
Nacida en Neiva y reconocida por su compromiso incansable con las causas sociales, Nydia Quintero de Balcázar fundó en 1975 la Fundación Solidaridad por Colombia, una organización que desde entonces se ha convertido en símbolo de esperanza y transformación para millones de colombianos.
Doña Nydia, como la llamaban afectuosamente, soñó con un país en el que la solidaridad fuera parte de la vida cotidiana, y no un gesto aislado. Ese sueño se hizo realidad. Gracias a su liderazgo, la fundación logró movilizar personas, empresas y entidades públicas y privadas para fomentar un modelo de ayuda sostenible y humano.
Durante años, recorrió los rincones más apartados del país para llevar apoyo, consuelo y oportunidades a quienes más lo necesitaban: niños, madres, adultos mayores y comunidades enteras. Su impacto sigue vivo en becas entregadas, proyectos de inclusión, comedores comunitarios y cientos de programas de desarrollo social.
“Su espíritu sigue vivo en cada acto de generosidad”, aseguró la fundación en un comunicado oficial. “No dejemos morir su legado. Colombia necesita seguir creyendo en la solidaridad”.
Quintero de Turbay no solo dejó un legado institucional, sino también un ejemplo de vida. Fue una de las mujeres más admiradas del siglo XX en Colombia, reconocida no por sus títulos, sino por el profundo amor con el que ejerció su vocación de servicio.
Hoy, el país despide a una mujer que convirtió la ayuda en una forma de vida. “Gracias, Mamá Nydia”, concluyó el mensaje de la fundación. “Tu vida fue un acto de amor. Tu legado, una promesa que seguiremos cumpliendo”.