Este 15 de abril del 2025 se realizará en Cartagena y otras ciudades de Colombia la denominada Marcha del Silencio.
Cartagena y distintas ciudades de Colombia se preparan para una Marcha del Silencio este 15 de junio del 2025, convocada por varios partidos políticos como un acto de protesta y reflexión tras el atentado contra Miguel Uribe Turbay y una serie de recientes actos de violencia que han conmocionado al país.
TOMADA DE: eluniversal.com.co/
Aunque diversos sectores sociales, ciudadanos y organizaciones han llamado a la manifestación con distintos matices, el nombre que unifica la convocatoria tiene un profundo eco en la historia de Colombia: la Marcha del Silencio.
La elección de este nombre no es casual. Hace más de siete décadas, en un contexto marcado por la polarización y la violencia, el líder liberal Jorge Eliécer Gaitán organizó una marcha con el mismo nombre. El 7 de febrero de 1948 miles de personas marcharon en completo silencio por las calles de Bogotá para exigir el cese de la violencia bipartidista, que ya cobraba vidas en los campos y ciudades del país.
Según registros del Centro Nacional de Memoria Histórica, la Marcha del Silencio de 1948 fue un acto sin precedentes en la historia política colombiana. Gaitán pidió a los asistentes que no gritaran consignas, que no portaran banderas, que no insultaran a nadie. Solo el silencio fue el lenguaje de la multitud.
La manifestación de 1948 no detuvo la violencia, pero marcó un momento simbólico y emocional que quedaría en la memoria colectiva del país. Apenas dos meses después, el 9 de abril de 1948, Gaitán fue asesinado, hecho que detonó el Bogotazo y una etapa aún más cruenta de la historia conocida como La Violencia, que se prolongaría durante más de una década.
Marcha del Silencio en Colombia, un llamado a la conciencia
Hoy, el nombre “Marcha del Silencio” vuelve a resonar, como una advertencia ante la violencia política. El uso del silencio como forma de expresión pretende, una vez más, confrontar a los responsables de la violencia con el clamor de una ciudadanía que exige paz, justicia y garantías democráticas.
La marcha del próximo 15 de junio se ha convertido así en un acto cargado de simbolismo. Distintos sectores han señalado que la violencia política no puede ser normalizada y que, como ocurrió en 1948, es necesario un llamado a la conciencia colectiva.