Los galenos denunciaron que las cifras de la Secretaría Distrital de Salud (SDS) en la ocupación de las UCI en Bogotá no corresponden.
La Junta Directiva del Colegio Médico Colombiano de Bogotá les solicitó a las autoridades declarar la alerta roja hospitalaria y emergencia sanitaria en la capital del país, tras el aumento acelerado de personas contagiadas con la covid-19 que están colapsando las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Los médicos expertos que hacen parte de esta agremiación médica en Bogotá, señalaron que se tienen que tomar acciones urgentes ante las diferencias que se presentan en las cifras de ocupación en las UCI, lo que genera una enorme preocupación.
“Las cifras oficiales de la Secretaria Distrital de Salud (SDS) no corresponden con la realidad en los hospitales y clínicas”, dijo.
Agregó que “de las 60 instituciones de salud habilitadas con camas UCI, 23 ya tienen ocupación del 100% y el restante está del 70/100%.
Advirtieron que si no se actúa de forma preventiva, la situación será muy difícil, ante el incremento de personas que están llegando a las unidades de urgencias en busca de una atención médica.
“El sistema de información del CRUE (Centro Regulador de Urgencias y Emergencias) nos generan muchas dudas las inconsistencias en las cifras, pues una cosa es la que se reporta en Saludata y otra la que reportan de manera directa los familiares de pacientes en urgencias, y también asociaciones científicas y gremiales como la Asociación Colombiana de Especialistas en medicina de Urgencias y Emergencias (ACEM)”, indicó.
Dijeron en un comunicado que a esto se le suma el desabastecimiento de medicamentos para la atención de los pacientes en las UCI.
“Como se ha denunciado, en la actualidad existe una gran dificultad para obtener medicamentos para atención en las UCI, como se ha evidenciado desde julio pasado cuando se emitió una la alerta internacional en tal sentido. Sin embargo, hasta hoy se desconoce una respuesta o plan local o nacional para subsanar esta situación”, manifestaron.
Agregaron que según la Asociación de Medicina de Urgencias y Emergencias, el 30% del personal de salud en Bogotá no está disponible, pues algunos han fallecido, otros están incapacitados o aislados por la pandemia y muchos han renunciado a sus contratos por no tener garantías de bioseguridad y laborales en condiciones dignas.
Afirmaron que otro de los temas que hace que se tenga que declarar la alerta roja en Bogotá es la dificultad en la distribución de las UCI a los pacientes en Bogotá.
“Es evidente la falta de oportunidad y diligencia para la asignación de camas disponibles de UCI por parte del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE), así como el traslado responsabilidad de las EPS y las empresas de transporte medicalizado contratadas para tal fin, lo cual se traduce en un mayor riesgo de mortalidad y secuelas en los pacientes que están esperando ese traslado”, señalaron en el documento.
Ante estas problemáticas en la prestación del servicio de salud en plena pandemia, el Colegio Médico de Bogotá D.C. solicita a las autoridades de salud del distrito una estrategia clara hacia la ciudadanía.
“Es necesario recuperar y fortaleciendo una rectoría de la salud pública debidamente fundamentada, desde la pandemia, en los determinantes sociales de la salud, dando solución a los mismos, pues el aislamiento y la cuarentena no resuelve completamente la situación”, resaltaron.
Dijeron que es importante tener en cuenta que se debe priorizar la responsabilidad social y la atención de los pacientes en condiciones de accesibilidad, oportunidad, continuidad e integralidad por encima de cualquier otra consideración; para evitar que siga creciendo el número de fallecimientos.
“Consideramos y convocamos a la Personería Distrital, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación y la Superintendencia de Salud, para que ejerzan la vigilancia debida en relación a la garantía del acceso a cuidado intensivo de todos los ciudadanos pacientes que lo requieran”, subrayaron.
Los médicos además afirmaron que las últimas medidas como el cierre de tres localidades no son suficientes sino se educa a la población y no se atienden sus condiciones sociales que los llevan a no seguir las recomendaciones en salud pública.
