El fratricidio ocurrió en una casa familiar de Campo de la Cruz, Atlántico, en la noche del Día del Padre en cuarentena.
Uno podría pensar que las celebraciones familiares —como la del Día del Padre— son momentos de unidad y amor, sobre todo si se debe estar obligatoriamente en casa, en atención a los decretos de toque de queda y aislamiento social que rigen en medio de una pandemia como esta. Pues bien, este domingo no fue así para la familia Jiménez Marriaga en Campo de la Cruz.
A las 7:20 de la noche de este domingo, Deymar Javier Jiménez Marriaga, de 26 años, ingresó al hospital del municipio ensangrentado. Tenía un ojo morado, heridas en la cabeza y le sangraba la nariz. Estaba tan malherido que, luego de brindarle los primeros auxilios, los galenos de Campo de la Cruz lo remitieron a una clínica en Barranquilla para que intentaran salvarle la vida.
Sin embargo, al poco tiempo de llegar a Barranquilla, Deymar Javier murió, según la Policía, por las graves heridas que le causó su hermano a punta de palazos. Y todo por un perro.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, en la noche del domingo Deymar Javier le reclamó a su hermano menor, Osnáider Jiménez Marriaga (18 años), el haber estado maltratando a su perro. Estaban en su casa, en el barrio La Esperanza, de Campo de la Cruz. La discusión subió de tono rápidamente y, de un momento a otro, dice la Policía, Osnáider agarró una pala y empezó a golpear a su hermano.
Cuando se dio cuenta de las graves heridas que le había causado a su hermano, Osnáider emprendió la huida, pero la Policía del Atlántico ya había sido alertada y, mientras Deymar se debatía entre la vida y la muerte, uniformados emprendieron la búsqueda del agresor y lo capturaron.
Osnáider fue puesto a disposición de la Fiscalía para que se iniciara un proceso judicial en su contra por el delito de homicidio, mientras que su hermano mayor fue trasladado a Medicina Legal para los exámenes correspondientes a las muertes violentas.