Según Andres Julián Rendón, esa problemática es lo que genera la confrontación de grupos armados en esa zona del norte del departamento.
Crisis de orden público en Valdivia, Antioquia, se debe a que es un «enclave cocalero» y el de mayor cifras en el departamento de hectáreas sembradas, según el gobernador. Persiste la solicitud de autoridades regionales de refuerzo militar por la presencia de grupos armados.
Ante los hechos registrados en el municipio de Valdivia que dejaron una patrullera de 21 años asesinada, el gobernador Andrés Julián Rendón alertó que ese municipio del Norte de Antioquia se ha convertido en el principal enclave cocalero del departamento, por concentrar la mayor cantidad de hectáreas cultivadas con coca.
En medio de este panorama, Rendón denunció la escasa presencia de la fuerza pública, pues apenas había ocho policías al momento del ataque con ráfagas de fusil por parte de miembros del ELN, poco para un municipio con alto riesgo.
Las autoridades insisten en la necesidad urgente de apoyo militar para recuperar el control, frenar el narcotráfico y garantizar la seguridad de la población: “Valdivia en sí mismo, constituye, da dolor decirlo, un enclave cocalero. Es el municipio de con mayor hectáreas de coca y le hemos pedido a la poli a la presidencia de la República la asistencia militar”, aseguró.
A la solicitud se ha sumado el alcalde de esta localidad, Carlos Molina, quien insistió en que hay vulnerabilidad en el territorio y que este ataque los devuelve 36 años en el tiempo.
«Esto nos hace recordar, digamos, de finales de los años 80, cuando precisamente la guerrilla ingresó al casco urbano y asesinó al comandante de estación de policía. Eso es un hecho lamentable que no solamente lo está viendo Valdivia, sino el país entero y donde nos hemos retrocedido en décadas», dijo el mandatario.
Finalmente, el gobernador indicó que la crítica situación de orden público, agravada por el crecimiento del 70% en la presencia de disidencias de las Farc y del 60% del Clan del Golfo en la región, ha sido atribuida a la falta de respuesta efectiva del gobierno nacional frente al avance de los grupos armados en el marco de la política de «paz total».