El Congreso está dando las últimas pinceladas a un proyecto de ley que prohibiría los plásticos de un solo uso en Colombia, un paso que ya han dado países de la región como Perú y Chile, pero sobre el que desde Cámara Ambiental del Plástico llaman la atención acerca de las implicaciones que tendría para la economía del sector.
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El martes fue aprobado en tercer debate en la Comisión Quinta del Senado una iniciativa que ya surtió su paso por la Cámara de Representantes. A esta solo le falta un debate más en la plenaria de la cámara alta para conseguir el visto bueno del legislativo, pasar a conciliación y a sanción presidencial.
El proyecto, autoría del representante a la Cámara por Bogotá Juan Carlos Losada, tiene como objetivo erradicar gradualmente y en un plazo de dos años los plásticos de un solo uso. Por ejemplo, bolsas para empaquetar productos y o guardar documentos, soportes hechos de ese material y hasta el porcentaje de ese elemento que se usa para los copitos de algodón.
En ese catálogo de artículos que saldrían de circulación con el paso del tiempo también están los platos, cubiertos y envases fabricados a base de ese material, para los que se plantea un periodo de transición más amplio, de ocho años, dándole un margen de maniobra a las industrias para transformar su producción.
Sin embargo, desde el sector que aglutina a cerca de 150 empresas y 250.000 colaboladores ven con preocupación que ese proyecto de ley esté a punto de surtir su trámite en el Congreso. Cristian Halaby Fernández, presidente de la Cámara Ambiental del Plástico, considera que el problema no son los plásticos si no la disposición que le dan las personas a estos.
“El proyecto de ley es visto de una manera unidireccional con una interpretación del plástico como un enemigo de la humanidad cuando este ha sido un colaborador de la vida del ser humano”, detalló Halaby en entrevista con EL COLOMBIANO.
Desde la agremiación apuntan que “el proyecto generaría el fin de una industria por completo”. Además, “la pérdida de 250.000 empleos formales directos, más los indirectos, más los de los recicladores de oficio y de los vendedores ambulantes que utilizan estos productos para vender café o comida”.
La iniciativa legislativa le pone la tarea al Gobierno Nacional de expedir una política que promueva materiales más sostenibles que puedan ser un sustituto del plástico.
No obstante, para la Cámara Ambiental del Plástico ese material es el producto más resistente del mundo cuando se mira la relación resistencia-peso y afirman que en su fabricación se requiere menor cantidad de recursos naturales, energía y agua que en la de otros elementos que se utilizarían para ese fin. Esa agremiación cita como ejemplos la elaboración de vidrio o el papel.
La idea de prohibir los plásticos de un solo uso ha ganado el respaldo de diferentes sectores políticos del Congreso. Angélica Lozano, de la Alianza Verde y una de las promotoras de la iniciativa, resaltó que el proyecto actual tiene en cuenta una transición concertada con usuarios y empresas.
La ponente de la iniciativa ante el Senado fue la congresista del Partido de la U, Martiza Martínez, quien afirmó que “nos queda un debate para hacer historia en materia ambiental en el país con la restricción y prohibición de los plásticos de un solo uso”.
Entre tanto, desde la Cámara Ambiental del Plástico, Cristian Halaby llama la atención sobre los avances de la industria del plástico para contribuir al ambiente, diciendo que los productos ahora tienen menores calibres, menor cantidad de material virgen y pueden ser materiales totalmente biodegradables.