Cartagena y Santa Marta fueron las más afectadas. En Ayapel hay deserción escolar por las inundaciones.
Con la caída de las primeras lluvias del año, varios ciudades de la región Caribe viven un momento de intranquilidad por inundaciones, encharcamientos y deslizamientos en diferentes puntos de su geografía urbana.
Una de las ciudades más golpeadas en las últimas horas por las precipitaciones fue Santa Marta, en la que las calles de la ciudad volvieron a colapsar por las aguas.
“Aunque no se han presentado crecientes súbitas, desbordamientos o afectaciones en la zona rural, en el área urbana si ha generado problemas”, explicó Jorge Lizarazo, director de la Oficina de Gestión del Riesgo y Cambio Climático, Ogricc, sobre la situación en la capital del Magdalena.
Tras el aguacero, se presentaron grandes charcos en vías principales y sectores residenciales de zonas bajas que han reducido la movilidad.
Además, se produjeron deslizamientos en San Jorge y Alonso Ramírez, en Gaira.
Igualmente hubo incremento de las escorrentías superficiales en Taganga y un material de arrastre en el Callejón de Las Marías, entre los barrios Rafael Ibáñez y Nacho Vives.
Por otro lado, en Cartagena, la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres explicó que las lluvias recientes ocasionaron que dos vehículos quedaran atrapados en el barrio San Fernando, una inundación en el colegio Luis Carlos Galán de El Pozón, sector Nuevo Horizonte, encharcamientos en el sector Los Girasoles del cerro de Albornoz y altos niveles de agua en canales en los barrios Simón Bolívar, San Fernando, Las Palmeras, Olaya Herrera, sectores 11 de Noviembre, Zarabanda, Central y Ricaurte, El Campestre.
“Si bien se presentaron altos niveles de agua en calles y canales, hasta ahora las afectaciones en las viviendas y a la habitabilidad de las personas son mínimas”, explicó el organismo.
Deserción en Ayapel
Debido a las inundaciones que se registran en la zona rural de Ayapel, por causa del rompimiento del río Cauca, a la altura del sector Cara ’e Gato, las comunidades comenzaron a reportar casos de deserción escolar.
A la crítica situación que viven los agricultores y ganaderos de la zona rural de Ayapel, en el sur de Córdoba, se suma el drama de centenares de estudiantes en la Institución Educativa Sincelejito, en el corregimiento del mismo nombre, donde cerca de 400 estudiantes se encuentran sin colegio por causa de la incursión de las aguas.
“El colegio fue hecho sobre unos pilotes a una medida aproximadamente de metro y medio de altura sobre la superficie, con el objetivo de que cuando se presentaran estas situaciones no se suspendieran las clases. Pero, la cancha sí se inunda, al igual que el punto donde están ubicados los paneles solares, generando que no haya fluido eléctrico”, explicó Franco Marchán, docente de la institución.