Ingredientes
– 200 g de aceite de oliva
– 100 g de aceite de coco
– 100 g de aceite de palma
– 150 g de sosa cáustica
– 300 ml de agua destilada
– 100 g de pulpa de sábila (aloe vera)
– 10 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional)
– Colorante natural (opcional)
Instrucciones
1. En un recipiente resistente al calor, mezcla la sosa cáustica con el agua destilada, asegurándote de hacerlo en un área bien ventilada y usando guantes y gafas de protección. Revuelve con una cuchara de madera hasta que la sosa se disuelva completamente y deja enfriar.
2. En otro recipiente, combina los aceites de oliva, coco y palma, y caliéntalos a fuego lento hasta que estén completamente derretidos y mezclados. Retira del fuego y deja enfriar un poco.
3. Una vez que ambas mezclas (la de sosa y la de aceites) estén a una temperatura similar (entre 30 y 40 grados Celsius), vierte lentamente la mezcla de sosa en los aceites, batiendo constantemente con una batidora de mano o un batidor de varillas.
4. Continúa batiendo hasta que la mezcla alcance la traza, que es cuando tiene una consistencia similar a la de un pudín. En este punto, añade la pulpa de sábila y el aceite esencial de lavanda, si lo deseas, y mezcla bien.
5. Si decides usar colorante natural, agrégalo en este momento y mezcla hasta obtener el color deseado.
6. Vierte la mezcla en moldes de silicona o en un recipiente forrado con papel encerado, alisando la superficie con una espátula.
7. Cubre los moldes con una toalla y deja reposar en un lugar fresco y oscuro durante 24 a 48 horas, hasta que el jabón se endurezca.
8. Una vez que el jabón esté firme, desmóldalo y corta en barras. Deja curar las barras en un lugar ventilado durante al menos 4 a 6 semanas antes de usarlas.
9. Disfruta de tu jabón casero de sábila, ideal para hidratar y cuidar la piel.