LAURA FRANCO SALAZAR
Una enfermedad silenciosa que afecta en mayor medida a las mujeres.
TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/
Le contamos en qué consiste y cómo cuidarse en la vida cotidiana.
Contrario a lo que podría pensarse, la osteoporosis no duele. Se trata de una pérdida de calcio en los huesos que hace que se vuelvan porosos (con espacios vacíos) “y por ende, más débiles y propensos a fracturas”, explica Carlos Alfonso Builes Barrera, médico endocrinólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
Es considerada una enfermedad silenciosa que tiende a ser evidente solo cuando hay un desenlace catastrófico. “Usualmente las personas relacionan dolores musculares con osteoporosis, pero eso no es del todo cierto.
En términos generales no se siente nada hasta que ocurre un evento negativo: una fractura”, añade Juan Camilo Díaz Coronado, coordinador del programa de Medicina Interna de la Universidad CES. Además, puntualiza que las fracturas pueden ser tan graves como las que ocurren en la cadera dejando limitaciones físicas en los pacientes.
Así pues, pese a que no genera dolor o una sintomatología particular, es posible evaluar factores de riesgo, moderar aquellos que son controlables para prevenirla y cuidarse de forma adecuada en caso de ya estar diagnosticado.
¿A quiénes les da?
La osteoporosis puede afectar a cualquier tipo de persona y de cualquier edad. Sin embargo, se sabe que existen dos causas principales: la postmenopausia en las mujeres y el uso prolongado de ciertos medicamentos.
Con respecto al primer punto, las mujeres son una de las poblaciones más afectadas debido a que las probabilidades de padecerla aumentan cuando dejan de menstruar de forma definitiva. Esto es así porque “cuando disminuyen los niveles de estrógenos en el cuerpo (las hormonas femeninas que se producen en los ovarios), el calcio se empieza a salir más rápidamente del hueso”, explica Builes Barrera.
Para estos casos pueden identificarse factores de riesgo previos como el haber iniciado de manera tardía los ciclos menstruales (después de los 15 años de edad) o de manera temprana la menopausia (antes de los 40 años). “Estas mujeres tienen más probabilidades de tener osteoporosis, al igual que aquellas que usan anticonceptivos orales que frenan la producción de estrógenos”, complementa Díaz.
En cualquier caso, a toda mujer mayor de 65 años se le debe realizar una densitometría ósea (que mide el calcio y otros minerales en los huesos) para evaluar tratamientos en caso de que sea necesario. Por su parte, Builes añade que este examen “deberá hacerse de manera más temprana si la paciente tuvo fallas ováricas o tiene una historia familiar de osteoporosis, especialmente por parte de la madre”.
Por otro lado, se encuentra entonces la osteoporosis causada por medicamentos como los esteroides o los anticonvulsionantes. “También los pacientes con algunas enfermedades como la artritis reumatoide pueden presentarla. Ellos usualmente están en controles con especialistas que realizan los seguimientos adecuados”, dice Díaz.
¿Cómo prevenirla?
Desde una edad temprana es posible fortalecer las reservas de calcio. Según cuenta el endocrinólogo Builes, desde la niñez y la juventud hay que consumir productos con calcio: lácteos, pescado, huevo… “Ahí es cuando más deben consumirse porque es el momento en el que se está haciendo la reserva, se está alcanzando el pico de masa ósea”.
Así mismo, ambos expertos coinciden en que debe impactarse en los factores de riesgo modificables: evitar el consumo de tabaco (de primera mano como de segunda) y el consumo de alcohol. Además, realizar ejercicio al menos 150 minutos a la semana, “porque fortalece los músculos y estimula la formación ósea”, y tomar el sol de manera responsable (10 o 15 minutos antes de las 11:00 a.m. o después de las 4:00 p.m.), pues, explica Builes, “es así como el cuerpo activa la producción de la vitamina D que es la que hace que el calcio de la alimentación se absorba bien en el intestino”.
Finalmente, recuerde no automedicarse con suplementos de calcio o vitaminas si su médico no se lo receta: a nivel general la dieta debe ser la fuente principal. Para este punto, el doctor Builes recomienda ingresar a la página web de la International Osteoporosis Fundation que cuenta con una herramienta para calcular qué tanto calcio está ingiriendo con las comidas y si es suficiente según su edad (clic aquí).
Asistir al médico y cuidarse
Si ha perdido más de 4 centímetros de estatura con respecto a la juventud o si tiene dolor persistente en la espalda media-baja (sobre todo personas adultas o mujeres en edad menopáusica), debe consultar. Además, “si un paciente tuvo una fractura con un golpe mínimo, no solo debe ser tratado por ortopedia, de inmediato debe ser evaluado con densitometría”, señala Builes.
Finalmente, en caso de que ya esté diagnosticado la recomendación principal es evitar a toda costa caídas o golpes y tomar los medicamentos recetados por el especialista. Según afirma Builes, hay una falta de adherencia que ronda el 50 y el 60 %. “Eso hace que los tratamientos no sean efectivos”. Así mismo, explica que la duración de los mismos dependerá de la severidad de la enfermedad. Lo más importante es ser consciente de que la recuperación es segura: “Los huesos logran mejorar en su calcificación, ojo: independiente de cuántos años tenga el paciente, hay posibilidad de recuperar el calcio suficiente con una buena medicación”, puntualiza.