Para el transporte de los extranjeros se empleaban vehículos propios, tipo automóvil de servicio particular, y eran escondidos entre los depósitos de basura.
Un trabajo articulado entre la Policía a través de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, Fiscalía y el apoyo de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (HSI), dio como resultado la desarticulación de una organización criminal trasnacional dedicada al tráfico de migrantes.
El operativo logró la captura de 10 de sus integrantes, quienes estaban ubicados estratégicamente en las ciudades de Ipiales, Cali, Medellín, Bogotá, Montería y el municipio de Necoclí en Antioquia, con la finalidad de captar y movilizar a los migrantes irregulares de manera ágil desde el sur del país por los corredores viales que conectan con el Urabá antioqueño. Además, se lograron 2 aprehensiones con fines de captura en Dallas y Atlanta en Estados Unidos.
Según los reportes de las autoridades, el cabecilla principal era Jan Pieter de Vrijer Molina, quien facilitaba y colaboraba con el ingreso, tránsito y salida de migrantes sin el cumplimiento de los requisitos legales en el territorio nacional, utilizando la modalidad de coyotes, cuyo cabecilla diseñó un mecanismo integral para delinquir. Todo esto bajo el cargo de gerente de una empresa fachada.
Entre canecas trasladaban a los migrantes
Los diferentes elementos probatorios demostraron como esta organización lograba extraer ciudadanos extranjeros inadmitidos de las zonas restringidas, a las zonas públicas del aeropuerto internacional el Dorado. Esto se realizaba por medio de un operario de aseo, quien transportaba a estos extranjeros ocultos en canecas donde se depositaban residuos y así facilitaban el ingreso al país sin el cumplimiento de los requisitos legales
Para el transporte de los extranjeros, se empleaban vehículos propios, tipo automóvil de servicio particular, lo que les permitía un amplio margen de utilidad al no utilizar intermediarios. Así lograban las movilizaciones sin cumplir con las medidas de seguridad.
“Esta organización delincuencial, tenía como epicentro de estas operaciones ilícitas la ciudad de Medellín, lugar donde hacían trasbordo de los migrantes que venían del sur del país a otros vehículos para seguir la ruta con destino Necoclí – Antioquia”, expresaron las autoridades.
Durante las investigaciones, se evidenciaron flujos financieros ilícitos derivados de este tráfico ilegal, donde en tres meses recibieron más de $380 millones de pesos. Se conoció que los migrantes enviaban dineros desde Viena – Austria, Múnich – Alemania, Sharjah en Emiratos Árabes, Nairobi en Kenia y desde Juba en Sudan del Sur.
También fueron evidenciados envíos de dinero desde Perú, Bolivia, Ecuador, México y desde las ciudades de Alejandría, San Diego, Dallas, Miami, Houston, Tampa y Austin en Estados Unidos, además de Montana en Canadá.
Tras llevar a cabo varios allanamientos a la banda criminal, las autoridades anunciaron la incautación de 19 pasaportes, 11 teléfonos celulares, más de 71 millones de pesos en efectivo, 150 dólares canadienses, más de 29 mil euros y en una residencia en la ciudad de Bogotá, que fue adaptada como hotel de paso se hallaron 8 migrantes cubanos, quienes fueron dejados a disposición de Migración Colombia.
Asimismo, se realizó el embargo y secuestro de 16 muebles e inmuebles, avaluados comercialmente en más de dos mil cuatrocientos millones de pesos, entre estos, 10 vehículos, 3 hoteles, los cuales eran destinados para el alojamiento masivo de estas personas en calidad de migrantes, dos establecimientos de comercio y una casa.
En audiencia pública virtual, un juez con función de control de garantías impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad para todos en su lugar de residencia, y fueron imputados por los delitos de tráfico de migrantes y concierto para delinquir.