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¿Fue a que le retiraran biopolímeros y terminó peor?

Las imágenes que acompañan este informe especial corresponden al cuerpo de Guadalupe después de su operación. /FOTO: ANDRÉS CAMILO SUÁREZ

‘Arreglar’ lo que le habían hecho y que le gene le costó otros 30 millones de pesos.

TOMADO DE: qhubomedellin.comLogo Q'hubo Medellín

En el 2014 a Guadalupe* le habían hecho un daño. En esa ocasión ella fue a una clínica, que estaba habilitada, en donde le dijeron que le iban inyectar unas proteínas para mejorar el aspecto de su glúteo.

Como le ha pasado ya a muchas mujeres en Colombia, se le formaron biopolímeros en la zona operada.
Fueron años de preocupación hasta que en el 2020 acudió a un médico que le aseguró que le iba a ayudar.

Antecedente: ¿Se podía hacer más por Gisela?

Fue por un retiro de biopolímeros…

El 22 de agosto de 2020 fue a la cita de valoración con un doctor. Le contó lo que le había pasado.
“Yo había tenido una bebé y él me dijo que lo que debía hacer para quedar más hormada era una lipomarcación y para que no me quedara el glúteo juagado me iba a poner implantes”, recordó.

Ella no dudó en preguntarle si era recomendable que tras el retiro de biopolímeros sí se podía poner implantes.

“Yo lo que tenía entendido era que había que esperar como 6 meses. Pero me dijo que sí se podía y que solo era necesaria una ecografía para él mirar dónde estaban los biopolímeros”, relató.

Ella confió en el médico que le habían recomendado y se decidió a operarse con él. Hasta pensaba hacerse una cirugía de nariz, pero al final, pensando en que serían muchas cirugías al tiempo, decidió no someterse aún a ese último procedimiento.

El primero de septiembre de 2020, Guadalupe ingresó al quirófano, no sin antes pagar 19 millones de pesos. La operaron en una clínica de la ciudad que está habilitada por la Seccional de Salud.

biopolímeros guadalupe
Las imágenes que acompañan este informe especial corresponden al cuerpo de Guadalupe después de su operación. /FOTO: ANDRÉS CAMILO SUÁREZ

“A mi desde el principio me fue mal. Todo fue doloroso, pero salí viva, gracias a Dios”, contó.

En las citas de revisión la atendió una enfermera que solo le decía que ella era “muy chillona”.

Sin atención

Desesperada, les pedía que necesitaba urgente una cita con el cirujano. “Un día una tía mía fue a una cita de valoración con él y entré al consultorio. La cola se me veía fea, grande, morada le dije que me dolía mucho, que no podía ni sentarme”, recordó.

Él accedió a verla en un cubículo.

“Recuerdo que me dijo: ‘Pues si te veo como hombre, te veo muy bien’. Yo le respondí: ‘No sé con qué mujeres está enseñado a salir, pero a mí esto no me gustó’. Desde eso ni la enfermera me atendía”, aseguró.

De ahí en adelante fue un padecimiento. Sentía dolor, especialmente en el glúteo derecho. Era como un ardor en la piel.

“Mi esposo me dijo que no podíamos seguir así. Yo ni me podía sentar”.

Decidieron buscar otro cirujano plástico. Fue mucho lo que consultó para no cometer un error.

“Me hice una resonancia, y el otro cirujano me dijo que había que operarme ya, que me iba a abrir un espacio, pero yo no contaba con los 30 millones de pesos que ahora necesitaba. Mi cola seguía morada y me dolía mucho”, relató.

Con préstamos, Guadalupe logró conseguir la plata para operarse de nuevo.

En septiembre del año pasado le hicieron la cirugía de retiro de prótesis, de biopolímeros (pues al parecer la primera vez no se los retiraron o no del todo), le arreglaron el músculo y le recortaron la piel.

Encontraron que la prótesis estaba rota, se había adherido y le dañó el músculo.

Ahora necesita más dinero, pero para un procedimiento que le ayude a mejorar la apariencia de la cicatriz.

Más daños

Debido a lo que vivió, Guadalupe entró en depresión. “Luego de ver cómo quedé, pagar tanto dinero, me dio depresión, estoy en tratamiento psiquiátrico”, contó.

A eso se suma que en todo este proceso, al solicitar su historia clínica, se dio cuenta que quien firmaba como cirujana principal era otra mujer a quien nunca vio.

También, y gracias a las redes sociales, se dio cuenta que no era la única persona que había pasado por lo mismo. Por eso quiso contar su historia.

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Las imágenes que acompañan este informe especial corresponden al cuerpo de Guadalupe después de su operación. /FOTO: ANDRÉS CAMILO SUÁREZ

“No estamos peleando por dinero. La verdad, ya me di al dolor de que ya perdí. Gracias a Dios estoy viva y puedo contar la historia, para que a nadie le pase lo que a mí me pasó”, concluyó.

Consultados sobre la posibilidad de hablar directamente con los médicos que participaron en los hechos, la vocera de los doctores pidió que enviáramos las preguntas que teníamos sobre el caso de Guadalupe a un correo electrónico, que fueron respondidas a través de la misma vocera.

Aquí, indicaron que a Guadalupe la operó el equipo quirúrgico conformado por los dos doctores (al que Guadalupe acudió y la cirujana que la paciente asegura no haber visto) y que, al igual que con las otras pacientes, contó con dos citas de valoración en las que se le “explicó el rol del equipo médico, riesgos, complicaciones, recomendaciones prequirúrgicas y posquirúrgicas, así como plan quirúrgico a desarrollar. De dichas consultas se deja constancia de la asistencia y la aceptación de las condiciones contratadas”, dijeron.

Insistieron en que en dichas citas, fueron claros al decirle cómo sería la intervención y quien era la cirujana principal.

En cuanto al retiro de los biopolímeros, razón por la que la paciente acudió a ellos, indicaron que en el plan quirúrgico que fue diseñado por el equipo médico conforme a lo que desea el paciente y atendiendo sus patologías y hallazgos clínicos. También, sobre las razones por las que le indicaron que le pondrían implantes luego del retiro de los biopolímeros, aseguraron que no existe una contraindicación ni está prohibido por la literatura médica que tras la extracción de biopolímeros pueda colocarse implantes glúteos, “pues su implantación obedece a una reconstrucción glútea con el fin de evitar deformidad glútea”.

Relataron que a la paciente se le explicaron cuáles podrían ser los riesgos y complicaciones que podían presentarse tras el procedimiento.

“Es falso que se manifieste que ̈ el doctor le dijo que no había problema en poner implantes después del retiro de los biopolímeros ̈, (una de las preguntas que enviamos) es posible médicamente que el equipo médico haya manifestado la posibilidad de la extracción de biopolímeros y la implantación, pero poniendo siempre de presente que cualquier procedimiento acarrea complicaciones y riesgos propios por su simple realización”, dijeron al tiempo que aseguraron que los implantes que le pusieron estaban en buenas condiciones.

En cuanto a si en el posoperatorio los médicos no la vieron para las citas, indicaron que la paciente no presentó complicaciones luego de la cirugía (desde el 2 de septiembre de 2020 hasta el 4 junio de 2021, tiempo del posoperatorio), y que durante este periodo contó con las “revisiones propias y obligatorias contempladas en los protocolos de atención”, dijeron.

Aseguraron que la paciente no les informó directamente que hubiera tenido problemas con los implantes y que incluso, actualmente, no ha presentado una queja directa.

“Según el último registro fotográfico existente, que da cuenta de la última revisión realizada a la paciente, se observan glúteos sin coloración, bien posicionados, sin signos de complicación alguna. Asimismo, era visible su posición de conformidad con la cirugía con las fotografías expuestas por ella en redes sociales de su cuerpo”, dijeron.

Consultados sobre el relato de la paciente de que luego de un encuentro que tuvo con el médico en un consultorio ya no volvieron a atenderla, indicaron que la paciente ha venido cambiando sus relatos.

Primero su argumento consistía en que los implantes glúteos no contaban con registro Invima (afirmación que ella no dio a este medio de comunicación). La paciente contó con 16 revisiones sumado a unos seguimientos permanentes y constantes en sus terapias posoperatorias, de las que ella misma deja constancia mediante su firma a la asistencia de cada una. Los biopolímeros fueron su decisión no fueron inyectados por el equipo médico”, indicaron.

Añadieron que la paciente contó con 16 revisiones, “más de las establecidas en los protocolos de atención institucionales, que corresponde a un periodo máximo de seis meses para un total de 10 revisiones”, concluyeron.

*Nombre cambiado por solicitud de la fuente

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