Santiago Olivares Tobón
El indebido uso y la venta sin control serían las causas de las muertes y las lesiones.
Las explosiones generadas con las chimeneas de combustible, las cuales se comercializan sin mayores restricciones, han cobrado tres vidas este año en el Valle de Aburrá: dos extranjeros y una joven antioqueña. Estos accidentes, según los expertos, tienen origen en la indebida manipulación a la hora de abastecerlas.
Nada más uno de estos hechos se llevó dos vidas de inmediato, primero la de Andrew Adesheye Shoyoye, de 39 años, y días más tarde la de Michael Eugene Clark Jr, de 41, en una explosión registrada el pasado 27 de octubre dentro de un conjunto residencial de El Poblado. La muerte de Andrew se produjo el 2 de noviembre y la de Michael el pasado miércoles, en medio del proceso para ser trasladado desde el Hospital San Vicente Fundación, de Medellín, hacia el aeropuerto José María Córdova, de Rionegro, para luego transportarlo en una ambulancia medicalizada rumbo a Miami, Estados Unidos, para continuar con su recuperación.
De acuerdo con informes del caso, esta emergencia se produjo cuando la propietaria de la vivienda donde ocurrió esta explosión iba a abastecer la chimenea, que se había apagado por la falta de combustible. “Tenía dos recipientes, uno vacío y otro lleno. Cogió el vació y la acumulación de gases que tenía este recipiente provocó la llamarada que lesionó a estos extranjeros”.
Además de la muerte de estos dos estadounidenses, el pasado 27 de abril se presentó en similares circunstancias el fallecimiento de Estefanía Pareja Hernández, de 29 años.
La modelo, quien formaba parte de Las Divas del Fútbol, sufrió el incidente el 14 de abril, luego de que sufriera quemaduras en el 90% de su cuerpo cuando se presentó el incidente al momento de abastecer la chimenea con el combustible cuando estaba en un apartamento del sector de El Escobero, en Envigado.
Incidentes comunes
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Envigado, capitán Luis Bernardo Morales, manifestó que uno de los grandes inconvenientes con estas chimeneas pasa por su fácil comercialización, ya que se vende tanto en almacenes como por internet como un elemento decorativo y de calefacción para las viviendas.
“Estos elementos son de venta libre y se comercializan casi que sin instrucciones para su uso. Tampoco existe regulación para que las personas las puedan utilizar”, manifestó Morales.
Debido a esto y por el poco conocimiento, muchas veces se abastecen estas chimeneas cuando aún tienen residuos de fuego, lo que muchas veces genera estas explosiones que ya cobraron estas tres vidas.
“Es una historia casi que calcada en todos los casos. Las lesiones de estas personas se presentan después de que la quieren reabastecer cuando se les está apagando el fuego. En ese momento se presenta la llamarada que produce las lesiones en todo el cuerpo. En muchos casos se genera por la acumulación de gases que tienen los recipientes”, señaló el comandante de Bomberos.
Para este año, en el Hospital San Vicente Fundación, de Medellín, se han atendido cinco personas quemadas por estas chimeneas de combustible, entre ellas las tres que posteriormente fallecieron.
Estas chimeneas se pueden abastecer de bioetanol, petróleo, alcohol industrial y de gel de alcohol, siendo estas últimas las más recientes en venderse, y todos estos elementos son fáciles de conseguir en el mercado.
Ante estas tres tragedias, las autoridades reiteran el llamado a evitar usar estas chimeneas de combustión, pero en caso tal de hacerlo, siempre tomar las precauciones pertinentes, tanto con los recipientes en los que se almacena el combustible como al momento de decidir cuándo abastecerlas, para no repetir las tragedias de Michael, Andrew o Estefanía.