Juan Guillermo Sanmartín Romero
Este artículo ha sido uno de los más vendidos en las festividades de fin de año.
TOMADA DE:https://caracol.com.co/emisora
Desde la génesis de la cultura antioqueña, las tradiciones, supersticiones y creencias hacen parte de las celebraciones de fin de año. Uno de los lugares en donde cada diciembre se venden los artículos de estas creencias populares, es en la Placita de Flórez.
Hasta allí llegó Caracol Radio, en donde conocimos que entre los objetos más buscados este año, está el muñequito de año viejo, el cual tiene un valor que oscila entre los 35 mil pesos. Al respecto habla Margarita Jaramillo, vendedora de la Tienda de los Sentimientos.
“Llegaron nuevos y con un aviso que dice “adiós al COVID-19”. Este año no tiene alcohol, pero sí trae un fósforo para prenderlo y un lápiz para que anotes todos los deseos. Se puede quemar en la casa sin ningún riesgo”, expresó la asesora.
Además de conversar con los comerciantes, pudimos acercarnos a algunos compradores que llegaron a la Placita de Flórez, desde muy temprano, antes de las restricciones. Son varias las familias que quemarán el muñeco de año viejo, entre ellas la de Gustavo Castro.
“Somos una familia muy apegada a la tradición y pasaremos juntos, para despedir con el muñeco las cosas que nos hicieron crecer. Este año vamos a despedir al COVID-19, que ojalá se vaya y llegue un año muy bueno”, planteó el ciudadano.
Las creencias de los paisas la conforman las flores, que no pueden faltar en las salas de las familias, así como la espiga, las velas y el sahumerio. Hay quienes también, por estas fechas, se dan un baño de ruda para atraer la buena suerte, que para este 2021 muchas personas han dicho que la necesitan.
“En su gran mayoría, las personas llevan flores de tonos amarillos como los claveles, margaritas, pompones, lirios rosas y lirios”, compartió un floricultor del sector.
Otros prefieren comprar la espiga. “Nosotros la armamos aquí y lleva el billete y las tejas con el arroz”, agregó una vendedora del sector.
Los comerciantes del centro de Medellín, manifestaron que las ventas no han sido tan buenas en comparación a años anteriores, aun así, las personas no han dejado de llevar para sus casas todos los rituales que componen ese “adiós” que le dan los paisas a un año tan insospechado, como el 2020.