POR EDISON FERNEY HENAO H. |
En la de Antioquia solo ha vuelto el 40% de la comunidad universitaria. Rectores justifican el nuevo panorama.
Esta semana las universidades del país anunciaron con bombos y platillos el retorno a la presencialidad. Además de colegios, las instituciones de educación superior retornaron sin límite de aforo tras dos años de alternancia y virtualidad. En Medellín, sin embargo, la normalidad no volverá a ser la misma en la Universidad de Antioquia y en la Nacional.
Pese a los reparos de algunos estudiantes, quienes alegan que el retorno de estas dos universidades ha sido más lento que el de otros centros de estudio en la ciudad, Elmer de Jesús Gaviria Rivera, vicerrector general de la U. de A., y Juan Camilo Restrepo, vicerrector de la Nacional, explicaron que la pandemia ha dejado enseñanzas que no se pueden desechar.
Mantener cursos virtuales y flexibilizar el modelo presencial será la apuesta de ambas instituciones para este año. Es decir que los campus llenos, frecuentes previo a la pandemia en estas universidades, no se volverán a ver pronto pese a la eliminación de restricciones en aforos.
EL COLOMBIANO consultó a su audiencia en redes sociales para saber qué opinaba de no volver 100% a la presencialidad. Además de indicar que todavía hay trabas para los ingresos y que no es claro cómo están operando los servicios en estas instituciones, varias respuestas dejaron en evidencia que no hay consenso.
“No aguantamos más educación virtual, consideraré irme para otra universidad si no volvemos completamente a la presencialidad”, expresó uno. Otro, en un tono similar, sostuvo: “Sería una burla. Cuesta mucho la educación para que sea por un celular”.
Pero también hubo posturas a favor de la alternancia y la virtualidad. “Hay mucha gente que trabaja, y otros que viven en otras ciudades, y este modelo les permite no desertar”. Este último argumento, además del momento crítico por el cuarto pico, se cuenta entre los esgrimidos por los dos vicerrectores.
Gaviria, de la U. de A., sostuvo que, actualmente, hay actividades en presencialidad y otras en multimodalidad. “Por eso no podemos hablar de un retorno de todas las personas al campus. El aula ha cambiado y son lecciones que no debemos olvidar”. En el momento, solo el 40% de las 40.000 personas que integran la comunidad universitaria están en presencialidad.
En el mismo tono habló Restrepo, de la Nacional. Dijo que, aunque en marzo se eliminarán las restricciones de aforo, “no significa que las clases vayan a ser 100% presenciales”. Los profesores y estudiantes, según dijo, han identificado y desarrollado asignaturas que pueden mantenerse en la virtualidad.
Y agregó: “Hay que valorar la posibilidad de que un estudiante de Medellín pueda ver clase con un profesor que tiene otra especialidad y está en otra sede del país, sin desplazarse. Actualmente, son 3.000 personas las que circulan a diario por el campus. Se espera que en dos meses, ese número suba a 17.000.
Respecto a las comparaciones, pues más de un estudiante cuestionó por qué otras universidades privadas ya volvieron y estas siguen dilatando la presencialidad, ambos directivos expresaron que la urgencia es por su modelo de pago. Las públicas no dependen, en sus palabras, solo de las matrículas.
Esgrimieron, además, que los números de deserción se comportaron mejor en estos últimos dos años. En el caso de la Nacional, por ejemplo, pasó lo contrario: hubo un aumento en la cantidad de estudiantes. En pregrado el aumento fue de 8%, mientras que en posgrado subió 15%, según Restrepo.
Pese a estos números, expertos en educación temen que un fenómeno se repita en las universidades: en los colegios del Valle de Aburrá la deserción también cayó con la pandemia, pero los repitentes se dispararon. El debate, entonces, que abre las apuestas de estas dos instituciones gira en torno a una pregunta: ¿se sacrificará, o no, la calidad?
CONTEXTO DE LA NOTICIA
EN REDES
LO QUE DICEN EN REDES SOCIALES SOBRE VOLVER O NO A LA PRESENCIALIDAD
@santiagovicii
“Estoy de acuerdo. Estudio en la U. de A. y creo que las universidades deben adaptar modelos de alternancia para disminuir las brechas en el acceso”.
@HENRYMONTANA
“El registro calificado de la mayoría de programas de estas universidades se caracteriza por la presencialidad. Se tendrían que replantear si van a migrar”.
@juanesrb14
“La educación es lo primero que debió volver a la normalidad. Es ridículo que a estas alturas, que ya muchos sectores abrieron, ellos no hayan vuelto”.
@julianamc26
“Sí. Muchos estudiantes de posgrado también trabajan y el 100% de presencialidad complica que estos puedan tener continuidad en sus estudios”.
EN UN MINUTO
DUDAS POR LENTITUD EN EL RETORNO
¿Qué les responden a quienes tildan de lento el retorno a la presencialidad? Hablan de trabas…
“La Universidad Nacional ha venido tomando decisiones con información, de la mano de un comité nacional y de epidemiólogos. Si comparamos públicas y privadas, las segundas han liderado el retorno pero los estudiantes no van necesariamente. Es verdad, hemos manejado las acciones más lentas, pero desde una mirada académica y no por matrícula”.
Hay dudas sobre el ingreso. ¿Cuáles son las claridades?
“A partir del 7 de marzo quitaremos la restricción de aforo en la universidad, pero a personas externas les vamos a exigir el carné de vacunación. En el momento, fuera de estudiantes y profesores, no está permitido el ingreso de otros visitantes”.
“Llama la atención que nos critiquen por la prudencia y la responsabilidad. Hemos cuidado a nuestro talento humano en salud y apoyado las acciones del Gobierno para atender la pandemia. Esa prudencia nos ha ayudado a disminuir las muertes entre la comunidad universitaria (…). Son distintas las motivaciones de las universidades privadas y públicas para volver a la presencialidad”.
Hay dudas sobre el ingreso. ¿Cuáles son las claridades?
“El ingreso de la comunidad universitaria está autorizado y basta con diligenciar los datos solicitados por U. de A. Biosegura. Los egresados también pueden ingresar al campus. Los visitantes externos pueden hacerlo, pero deben diligenciar una encuesta epidemiológica en las porterías”.