RONAL CASTAÑEDA
Las noches y madrugadas más frías de lo normal, los aguaceros, las tormentas eléctricas y ventiscas son señal de que se avecina la segunda temporada de lluvias en la región andina y en el Valle de Aburrá.
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El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, indica que desde hace algunas semanas se está presentando un descenso en la temperatura de esta región, en parte por la abundante nubosidad, que no permite que el sol penetre con la misma intensidad.
“Los registros nos han arrojado temperaturas mínimas en horas de la mañana por debajo de los 17 grados. En las máximas, que se dan en la tarde, por debajo de los 27 grados”, señala Leonardo Ruales, meteorólogo y encargado de pronósticos en la institución.
Septiembre se considera como un mes de transición para la segunda temporada de lluvias del año en el país, que se acentúan desde finales de agosto hasta principios de diciembre (la primera temporada es entre marzo y junio).
Además de la nubosidad, el profesor Óscar Mesa Sánchez, del departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional en Medellín, explica que el descenso de la temperatura también se debe a que la evaporación de la lluvia aumenta la humedad y con ello la sensación de frío.
“Esta reacción se puede comparar a cuando uno se moja la mano con alcohol, el frío es por el líquido que se evapora”, comenta el docente.
Hay otro fenómeno que puede incidir de manera indirecta. Se le conoce como “las ondas tropicales del Este” o “onda del Este en el océano Atlántico”, un área que se mueve por los trópicos causando áreas de nubes y tormentas. Sin embargo, el docente señala que estas, generalmente, son las precursoras de los huracanes, más que del frío: “La influencia en nuestro país es porque activan la lluvia que, a su vez, conlleva al descenso de la temperatura. Pero no tienen incidencia directa”, puntualiza.
Puede ocurrir que haya una baja sensación térmica (lo que siente el cuerpo humano, no el termómetro). Los extremos de temperatura, frío o calor, se sienten más cuando hay mayor humedad. “En Medellín no es tan grave como en otras partes. En Argentina pueden tener una temperatura de 5 grados pero lo sienten como si estuvieran por debajo de 0”.
Aunque aún no es oficial, añade Mesa, se está próximo a iniciar un fenómeno de la Niña, cuando normalmente hay más lluvias en Colombia y cuyo pico es en noviembre, aunque no se cumple a rajatabla. En mayo, por ejemplo, uno de los meses tradicionalmente más lluviosos, hubo baja precipitación; junio y julio, en cambio, cayó más agua de la normal.
No se asuste si en los próximos días hace frío en las noches o caen borrascas. Leonardo Rueles indica que se espera que las próximas semanas continúen con precipitaciones en la tarde y noche. “En septiembre, como es un mes de transición, seguramente tendremos granizadas, vientos fuertes y tormentas eléctricas”, afirma.