Desde hace seis días personas sin identificar realizan ocupaciones ilegales en fincas privadas. Han destruido hectáreas y amenazan a los trabajadores.
Una nueva oleada de invasiones a las fincas productoras de caña del Valle y del Cauca ha comenzado a quitarles el sueño no solo a los productores de la industria, sino también a las autoridades que buscan concertar estrategias para evitar que este fenómeno crezca y se desborde como ocurrió durante la toma de predios en 2022.
Las agremiaciones productoras de caña denuncian que desde hace seis días los predios han vuelto a ser ocupados de manera ilegal y bajo esa práctica han destruido 6.000 hectáreas afectando la producción y, en esa vía, la estabilidad laboral de 6.000 empleados de la industria.
“Desde el miércoles pasado se registran intimidaciones a los trabajadores, destrucción de cultivos y construcción de cambuches en predios que nunca habían sido invadidos, así como afectación a la movilidad de las comunidades aledañas, hechos que condenamos rotundamente”, manifestó mediante un comunicado la Asociación Colombiana de Productores y Proveedores de Caña de Azúcar (Procaña).
Los productores denunciaron que en esta ocasión detectaron que la ocupación ilegal de predios inició en Miranda, Cauca, y el temor es que se extienda como fuego en cañaduzal y desencadene hechos violentos como los que se presentaron el año anterior. .
A estas denuncias se sumaron las de la presidenta de Asocaña, Claudia Calero, quien en entrevista con El Nuevo Siglo, manifestó su preocupación no solo por la ocupación de los predios, sino por las afectaciones a los trabajadores, algunos de los cuales denuncian agresiones.
De acuerdo al relato de Calero, los trabajadores no pueden llegar hasta las fincas porque de inmediato son abordados y ultrajados.
“Desde hace aproximadamente una semana hemos venido teniendo invasiones a la propiedad privada y continuas agresiones a nuestra población trabajadora. Son acciones que se están dejando ver en el municipio de Miranda, departamento del Cauca, específicamente en el norte.
Efectivamente, son un poco más de 100 hectáreas las que se han presentado con continuas invasiones. Pero más que cualquier cosa, nosotros queremos visibilizar las agresiones en contra de nuestra población trabajadora, expresó Calero.
Al tema de las invasiones su sumó otra denuncia hecha por los gremios de la caña y es que el pasado martes un grupo armado ilegal secuestró a dos trabajadores del ingenio La Cabaña y les robaron sus pertenencias, material de trabajo y hasta el vehículo en el que se transportaban.
Este mismo ingenio ya había padecido tres agresiones contra tres de sus trabajadores. La primera fue el asesinato de sus dos empleados Leonardo Tálaga Mensa y Rodolfo Dagua Vivas el 6 de febrero; y 11 días después fue atacado uno de los supervisores quien afortunadamente salió ileso del ataque.