Jacobo Betancur Peláez
El incremento de los habitantes de calle en la ciudad viene desde 2019. En este gobierno se invertirían más de $111.000 millones, para muchos insuficientes.
El aumento de personas que vive en la calle se convirtió en un drama que se le está saliendo de las manos a Medellín. Aunque la ciudad no actualiza desde hace más de cuatro años el censo oficial de esta población, calculada por el Dane en 3.214 personas en 2019, se estima que desde entonces la misma ha crecido en por lo menos un 150%, de acuerdo con estimaciones de organizaciones como Corpocentro.
Aunque la situación ya es crítica desde hace varios años en el Centro de la ciudad, donde siguen floreciendo multitudinarios asentamientos en lugares como la carrera Cúcuta, el río Medellín, y la Avenida Ferrocarril, este año una nueva alerta ha generado preocupación entre las autoridades, asociada a un incremento de niños de 14 años o menos deambulando por las calles, así como ciudadanos de otros países.
Justo cuando en el Concejo se discute el Plan de Desarrollo que marcará el rumbo de las inversiones públicas durante los próximos tres años y medio, volvió a reabrirse el debate sobre los esfuerzos del Distrito para contener esa situación, para muchos ya desproporcionada ante un sistema de atención insuficiente.
Aunque el incremento de habitantes de calle ya es un fenómeno se ha vuelto parte del paisaje en el espacio público, denunciado en múltiples escenarios por residentes, comerciantes y asociaciones civiles, uno de los principales problemas que enfrenta la ciudad es que el tema se está atendiendo prácticamente a ciegas.
Así lo explica por ejemplo la secretaria de Inclusión Social Sandra Milena Sánchez Álvarez, quien apunta que luego del último censo del Dane no volvió a haber un dato exacto.
De acuerdo con esa última radiografía, se sabía por ejemplo que cerca del 73,3% de las personas llevaba más de 5 años en la calle, que el 40,5% tenía su sustento diario en labores como el reciclaje y un 20,9% limpiando vidrios y cuidando carros.
Asimismo, los indicadores del Dane arrojaron que el 37,7% de los censados señalaban haberse visto en esa condición por el consumo de drogas y un 28,7% por problemas familiares.
Si bien la secretaría Sánchez precisó que desde el gobierno local se envió una solicitud al Dane para que el censo se actualice, para expertos es urgente que la ciudad misma pueda estructurar indicadores más precisos.
En sondeos como el realizado por Corpocentro, por ejemplo, se alertó que el número de habitantes de calle ya estaría en los 8.000, una cifra que encaja con las cerca de 9.117 atenciones que se realizaron el año pasado.
En la discusión del Plan de Desarrollo, el centro de estudios Valor Público de Eafit planteó que dicha trazabilidad debería ser el punto de partida para cambiar el enfoque con el que se trata la problemática.
“Sería oportuno pensar que, si hay un aumento de la población, entonces el enfoque de atención debería estar en la prevención”, plasmó ese grupo de estudios.
A pesar de ese rezago en las cifras, en el Concejo de Medellín se alertó este mes durante un debate que el número de menores de 14 años que están arribando a los puntos de atención oficiales viene creciendo, al igual que el número de extranjeros que terminan bajo esa condición.
“Existe una población adicional que se suma a lo que viene presentándose en la ciudad y es el habitante extranjero en condición de calle. Hay un aumento del 7%, que corresponde a 193 habitantes en 2022 a 215 en 2023”, alertó la concejala Claudia Carrasquilla, recordando que el tema también se vincula al fortalecimiento de estructuras criminales como Los Tirana, La Terraza, Caicedo, La Sierra y el GDO Robledo, con presencia en el Centro, que se aprovechan de esta población para actividades como el expendio de drogas ilegales.
“La edad en la que los habitantes de calle que están llegando a esos sitios empieza desde los 14 años, mujeres entre los 10 y los 19 años”, dijo.
En dicha sesión, otras corporadas como la concejala Leticia Orrego Pérez consideró que los $111.527 millones de inversión que fueron proyectados en el plan de desarrollo para la atención de habitantes de calle se quedarían cortos ante esa problemática.
Al ser consultada sobre estos puntos, la secretaria Sánchez añadió que al interior de esa dependencia se viene haciendo un proceso de revisión para incrementar el alcance de los programas, hoy compuestos por un sistema que incluye un equipo en calle, centros de atención básica y transitoria y un albergue de recuperación.
“Nosotros venimos en los procesos de poder trabajar todas las mejoras, para aprovechar las capacidades de los espacios para poder tener gente calificada para la atención. Nos estamos concentrando en fortalecernos muchísimo porque definitivamente recibimos una realidad social compleja desbordada”, apuntó la funcionaria.