EL SALVADOR:
Por Marielos Román
Ante los diferentes problemas de la caficultura en el país, varios productores optaron por aplicar prácticas amigables con el medio ambiente a sus cafetales y han obtenido mayor producción y mejor sostenibilidad en Ahuachapán.
#Ahuachapán | Productores de café de Ahuachapán aplican prácticas orgánicas para la conservacion de sus fincas y mejorar la producción en sus cosechas. Para esta temporada esperan aumentar el doble la producción en comparación al año anterior con el apoyo de FIAES y CRS pic.twitter.com/LyajzxlPjK
— LPGDepartamentos (@LPGDptos) December 10, 2021
Cultivos con coberturas de suelos, manejo de la sombra, aplicación de abonos orgánicos, infiltración de agua y la plantación de árboles frutales, son algunas de las buenas prácticas que muchos productores de café, en el departamento de Ahuachapán, están aplicando en sus cafetales.
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Incluso, varios de ellos han logrado recuperar sus fincas y aumentar su producción gracias a un cambio en sus prácticas de mantenimiento y conservación en los suelos.
Esta iniciativa está siendo impulsada, ejecutada y financiada por el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), con la colaboración del Fondo Verde, actualmente 405 productores de Jujutla, Tacuba y San Francisco Menéndez han sido beneficiados.
Sin embargo, según Silvia Flores, coordinadora territorial de FIAES, impulsar y convencer a los productores a rescatar el parque cafetalero de manera orgánica ha sido un proceso de prácticas, para lo cual hacen uso de parcelas demostrativas dentro de algunas fincas, para enseñar las buenas prácticas que ejecutan y los resultados obtenidos.
“El enfoque de nosotros es que ellos conozcan las buenas prácticas en el tema del café, como la elaboración y uso de insumos orgánicos. Es un paso bien delicado porque un productor con diversos problemas en su finca no se convence de la noche a la mañana a ser un productor orgánico. Estamos trabajando con ellos para que manejen la zona de cobertura, no es lo mismo un suelo al desnudo, que con vegetación. Con los proyectos les proporcionamos apoyo para tener plantillas nuevas resistentes a la roya, y que tengan variedad de café”, enfatizó Flores.
Para el caso, en el cantón Zapua, municipio de Jujutla, Ahuachapán, se encuentra la finca Los Naranjos, de don David Calles, una herencia familiar de 35 manzanas que el productor recibió dañada a causa de la roya, en el 2011. Fue hasta el 2013 y 2014 que comenzó a recuperar su parque cafetalero, “con mucha dificultad por la falta de créditos para poder trabajar”, recordó, pero luego llegaron los proyectos de instituciones como FIAES y Catholic Relief Services (CRS).
Ahora, Los Naranjos sirve como finca demostrativa, manejan prácticas amigables con el medio ambiente, también cuentan con un centro de insumo, elaboran abonos orgánicos y le brindan mantenimiento a viveros de cafeto (arbusto o árbol pequeño).
“Hasta el 2013 que comenzamos de nuevo con el sembradío porque no había ayuda de ninguna institución. Con mi esfuerzo compré mil palos, luego vinieron las ayudas de CRS. Cáritas de El Salvador nos ayudó con el cacao y le empezamos a meter dos surcos de café y uno de cacao; y con la ayuda de FIAES hemos renovado la plantación del parque cafetalero con plantillas nuevas. Hemos notado que nos está dando bastante resultado el manejo orgánico que ellos impulsan a darle al cafetal”, expresó el productor de café.
Calles añadió que actualmente solo ha podido renovar con plantaciones de café diez de las 35 manzanas, más la gran diversidad de árboles frutales plantados alrededor de la finca. Sin embargo, enfatizó que la producción de café ha mejorado considerablemente, pues en la cosecha del 2019-2020 obtuvo 22 quintales, mientras en la actual, 2021-2022 espera alcanzar entre 40 y 50 quintales. La temporada de corta de café dio inició a finales de noviembre en Los Naranjos.
“Con la poca área que tenemos estamos teniendo una cosecha récord porque ya tenemos años de que no se producía mucho, más los bajos precios, apenitas estábamos saliendo adelante”, expresó Calles.
Otra de las razones por la que instituciones como FIAES apoyan estas iniciativas es por el tema del cambio climático. “Para nosotros, este tipo de bosques asociados con café, nos dan una alternativa para paliar un poco los efectos negativos del cambio climático. Manejar un café bajo sombras trae muchas bondades y muchos valores agregados, gracias al esfuerzo de productores podemos manejar un bosque cafetalero diversificado, eso da muchas ventajas a los agrosistemas”, puntualizó Silvia Flores, coordinadora territorial de Fiaes.
UN MODELO PARA CAFICULTORES
Ante la caída de los precios del café y la posible desaparición de cafetales y sus afectaciones en el paisaje agrícola en El Salvador, nace en el año 2018 la escuela de administradores de fincas de café RENACER en la Finca Noruega, Apaneca, por iniciativa y bajo el financiamiento del proyecto Raíces Ahuachapán de CRS (Catholic Relief Services), como una solución para los pequeños productores y poner fin a los precios bajos del café: mejorando sus cultivos, desde la selección de la semilla para el vivero, hasta su venta.
En la finca existen 21 variedades de café, con efectos de práctica y con el objetivo de demostrar las características y bondades de cada plantilla ya que la escuela Renacer brinda cursos de administrador de empresas, catación y barismo.
“El objetivo de la escuela es formar a productores, técnicos, administradores de fincas y a estudiantes para mejorar la calidad del café, si mejoramos la calidad entonces el precio está superado. Un pequeño productor, por pequeño que sea, puede mejorar su café, pero para ello hay que mejorar el manejo de las fincas. Nuestro sueño es que un pequeño productor llegue a participar en la taza de la excelencia”, explicó el coordinador de Renacer, Sigfredo Corado.