Migración Colombia y el DPS visitan hasta este miércoles la región para plantear ajustes a la ruta de atención de estas personas.
El número de migrantes que intentan pasar por el Darién colombiano hacia Panamá para continuar desde allí su camino hacia Norteamérica aumentaría este año hasta ubicarse en cerca de un millón de personas, según Migración Colombia.
En una visita a Urabá para plantear la hoja de ruta para atender a esa población itinerante, el director de esa entidad, Fernando García, informó que el año pasado a esta región arribaron cerca de 540.000 trashumantes, cifra que duplica a la que se registró en 2022.
“Este año, según las cifras que hemos tenido en enero y febrero, que las comparamos ya con las de enero y febrero de 2023, se ha doblado el ingreso y la salida de migrantes, de tal manera que calculamos que cerca de un millón de personas van a atravesar este año rumbo a los Estados Unidos y Canadá”.
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Las estadísticas del Gobierno Nacional indican que la mayoría corresponde a venezolanos, con un 65% aproximadamente. El segundo grupo de acuerdo con el origen, lo componen los ecuatorianos, los cuales se han incrementado durante el último año, presumiblemente por causa de los problemas de seguridad y la inestabilidad económica de ese país, de acuerdo con García.
En contraste con lo anterior, “el flujo venezolano se redujo mínimamente durante el año pasado, posiblemente gracias a la apertura de las relaciones diplomáticas de Colombia y Brasil con Venezuela”.
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En tercer, cuarto y quinto lugar de esa población flotante que significa un reto para Colombia en cuanto a la atención humanitaria y el combate a las redes de trata de personas están los haitianos, chinos y afganos, según afirmó García.
El funcionario dio además un dato que aumenta la alarma, pues reveló que el porcentaje de niños ha crecido entre estos migrantes y se ha llegado a elevar hasta equivaler a un 30% del total.
García es parte de una comisión de alto nivel, en la que está también el director de Prosperidad Social de la Presidencia (DPS), Gustavo Bolívar, que visita a Urabá entre este martes y miércoles para hablar con la población y las autoridades locales a fin de buscar cómo ajustar la oferta institucional para atender la problemática de la migración.
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En la agenda de los funcionarios está la firma de un convenio interadministrativo por el cual el DPS apoyará a la zona con emprendimientos para guías migratorios, guías turísticos, tiendas ecológicas en paso migratorio, asociaciones de embarcaciones, emprendimientos pesqueros, alimentarios, agricultores, jardinería; comercio de implementos de seguridad portuaria y ambiental.
El recorrido de la comisión incluye la realización de jornadas de trabajo en Necoclí, Acandí y Turbo, que son los municipios en los cuales más se ubican los migrantes en su trayecto, previo a que emprendan la aventura para atravesar el tapón del Darién.
“Eso supone un drama humanitario, porque independientemente de si la persona es china, vietnamita, ecuatoriana, venezolana o colombiana, son seres humanos y hay que tratarlos como tal. No hay seres humanos ilegales. Todos los seres humanos somos legales”, afirmó Bolívar este martes durante la mesa de trabajo en Necoclí.
Bolívar apuntó que el propósito es darles a esas personas el trato que quisiéramos que recibieran los colombianos en otras naciones que se enfrentan a unas circunstancias similares.