Según informes de inteligencia militar, el campamento albergaba aproximadamente 100 integrantes del grupo ilegal.
Las Fuerzas Militares ejecutaron el primer bombardeo contra el Clan del Golfo en una operación militar en Cáceres, Bajo Cauca antioqueño, que resultó en múltiples bajas del grupo armado ilegal y la recuperación de material bélico.
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La operación, que continúa en desarrollo, fue realizada por el Comando Contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (Conat) con apoyo de aviones Kfir y Supertucano de la Fuerza Aérea. El ataque se dirigió contra un “campamento madre” del grupo armado, ubicado a más de 20 kilómetros de zonas pobladas.
Durante el operativo fallecieron accidentalmente cuatro miembros de las Fuerzas Militares: el capitán Hugo Moncada, el sargento segundo Daniel Masias y los soldados Jhon Mamiam y Mauricio Ipia. La Secretaría de Seguridad y Justicia de Antioquia confirmó que las muertes se debieron a un accidente geográfico y no a enfrentamientos directos.
Según informes de inteligencia militar, el campamento albergaba aproximadamente 100 integrantes del grupo ilegal. Tras el bombardeo, los miembros del Clan del Golfo recibieron órdenes de cambiar sus uniformes por ropa civil para abandonar la zona.
La operación se desarrolla en una región donde el grupo armado disputa el control de recursos auríferos. El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), tiene presencia en 24 departamentos del país y controla 392 municipios, según la Defensoría del Pueblo.
La estructura atacada corresponde al frente “Roberto Vargas Gutiérrez”, que cuenta con aproximadamente 1,000 combatientes distribuidos en seis subestructuras. El grupo está bajo el mando de Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias “Chiquito Malo”.
Este bombardeo marca un cambio en la estrategia militar contra el Clan del Golfo, que tradicionalmente se había considerado una organización principalmente urbana dedicada a la extorsión.
La operación se realiza mientras el gobierno mantiene abiertos espacios de diálogo para el sometimiento del grupo armado, aunque sin avances concretos hasta el momento.