ECUADOR:
La ciudadanía va a ser cada vez más exigente con el Gobierno porque Daniel Noboa ya no es un presidente nuevo, de transición, advierten expertos. Hay debate sobre si merece o no el espacio de los 100 días.
A seis días del nuevo periodo de mandato, desde el 24 de mayo de 2025, el presidente Daniel Noboa ha remitido a la Asamblea Nacional un proyecto de ley (para la Innovación y Fortalecimiento de la Gestión Pública) y ha presentado al gabinete que lo acompañará en estos cuatro años.
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Aunque su discurso de posesión fue calificado como emotivo y positivo, no faltaron observaciones sobre cómo ejecutará los anuncios expresados. Ahora corresponde acelerar las acciones, según expertos.
Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana, dice que en Ecuador se ha convertido en una tradición el contabilizar el tiempo inicial de un Gobierno, para validar el trabajo del nuevo mandatario, cualquiera que sea, y hacer un balance.
“100 días es un tiempo amplio, razonable, porque se puede hacer algunas cosas desde el Ejecutivo. No solamente fortalecer el gabinete, sino, sobre todo, establecer un bosquejo de las políticas públicas que va a implementar para lograr objetivos claros”, explica.
Añade que así, la ciudadanía puede identificar cómo va a ser el estilo, la forma de gobernar y las líneas a través de las cuales o hacia las cuales va a enfocarse un mandato.
Pero aclara que el caso de Noboa es diferente, ya pasó la gestión que completó el período inconcluso de Guillermo Lasso, por la muerte cruzada. “Ahora el proyecto del Presidente es distinto, ya no es un Presidente ‘interino’, es un Presidente electo con un horizonte de cuatro años”.
Hidalgo es partidaria de dar a Noboa esa ventaja para una evaluación posterior: “Creo que es importante darle chance al Presidente de que se siente nuevamente en Carondelet y empiece a ejecutar, ahora sí, con la visión de cuatro años. De ahí, a los 100 días valorar técnica y políticamente si realmente lo que él está planteando va a responder las necesidades y los desafíos del país, que son enormes”.
Aún más cuando esas necesidades están atravesadas por el crimen organizado, agrega: “Urgen respuestas al país respecto a una reactivación económica, que es lo que todos esperan y además con una agenda social, ahora sí se le va a pedir una agenda social, de una manera más fuerte”.
Daniel Noboa debe pasar de las propuestas a las acciones
Para Hidalgo, una vez que Noboa anunció algunos ejes en su discurso del 24 de mayo, está en el momento de evidenciar los mecanismos: “Justamente, ese famoso cómo, tendrá que ser aterrizado durante estos tres meses”.
Alfredo Espinosa, analista político y electoral, refiere que Noboa tiene un desafío grande, pero ya no le corresponde esta ventaja de tiempo. “Estos 100 días que concesionan los ciudadanos, la opinión pública y la opinión política ya no es tan dable. Este ya no es el espacio para especular. Ya no es el espacio de los qué, es el espacio de los cómo. Noboa tiene que demostrar comunicacional, política y económicamente cómo va a enrumbar a Ecuador en los próximos cuatro años”.
El Presidente debe “delinear y mostrar públicamente cómo va a resolver lo que dijo en su discurso, porque generó mucho entusiasmo”, apunta. Pero esa acción también debe visibilizarse en el trabajo de la Asamblea Nacional, indica. “Este es el momento de la acción, no de la especulación, y la acción sí la está tomando el presidente Noboa”, destaca Espinosa al ejemplificar dos casos:
● El envío de dos proyectos de ley: proyecto de ley para enfrentar las economías criminales (enviada a la Asamblea el 17 de mayo, antes de la posesión) y el proyecto para la gestión pública (del 26 de mayo). “Noboa no le da tiempo a la Asamblea para que se vea inmersa en discusiones estériles, a los asambleístas el Presidente les está dando oficio”.
● La ratificación de sus ministros: “Comunica un acto de confianza de parte de Noboa hacia la mayoría de ministros que arrancaron con él en la transición. La ministra de Energía (Inés Manzano) sabe que puede haber estiaje y tiene que haber una planificación”.
No obstante, cuestiona que Noboa, en su discurso y hasta la fecha, no ha dado certezas sobre las reformas constitucionales. Cree que el Gobierno encaminará los posibles cambios a través de la misma Asamblea, con ayuda del bloque oficialista y sus aliados.
Para Carlos de Tomaso, analista político, catalogar los 100 primeros días no es relevante, porque Noboa ya estaba en funciones. Pero da otro sentido a la utilidad de ese tiempo: “La decisión del Presidente de ratificar a casi todo el gabinete es justamente porque no hay tiempo que perder. Y, en ese sentido, me parece que en estos 100 primeros días sí puede dar signos claros de acciones que enrumben los objetivos que anunció”.
Ejes prioritarios a atender con acciones
De Tomaso señala que “en todos los sectores se necesita una revolución de reformas legales”, por ejemplo para financiar las obras que Noboa anunció, como la construcción del Quinto Puente y en temas de seguridad. El Gobierno “puede alcanzar objetivos con un cambio de estrategia en seguridad, incorporando tecnología de punta, en función del asesoramiento americano que ha recibido”, puntualiza.
Para Espinosa, el Gobierno no solo debe enfrentar a las economías criminales, por lo que el trabajo de la vicepresidenta, María José Pinto, será clave: “La Vicepresidencia y las entidades que va a coordinar en el ámbito social tienen que penetrar en aquellos lugares en donde no hay asistencia social”.
De Tomaso estima que Noboa debe reforzar su gestión con la ayuda de líderes sectoriales. “Secretarios sin instituciones, básicamente nombrar personas que estén haciendo el seguimiento semanal en estos sectores (de seguridad, energía, electricidad, petróleo). Alguien que reporte directamente al Presidente y que no sea el ministro, porque los ministros tienen también carga administrativa”, plantea.
Además, advierte al Gobierno de que su trabajo con sus aliados no ha terminado: “El Gobierno debe trabajar en consolidar la alianza que tiene con ciertos partidos como el socialcristiano, Pachakutik y otros, es el mayor desafío en el Legislativo. Ya se sabe que la Revolución Ciudadana hará oposición a ciegas, desenfrenada y sin límite con tal de destruir cualquier propuesta o idea que se presente en la Asamblea”.
Joselo Andrade, director ejecutivo Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), dice que a Noboa ya se le debe exigir más, porque ya tiene un equipo que “pudo palpar la realidad del país”.
Menciona que sería un error que el Gobierno no impulse reformas laborales, porque así resultará difícil que el sector empresarial se recupere del impacto por la crisis sanitaria, los apagones y la inseguridad. Plantea las siguientes prioridades:
● El empresariado ecuatoriano necesita normas que faciliten distintas contrataciones, un entorno de flexibilidad.
● Tener un sistema o un ordenamiento normativo diferente en lo financiero para atraer banca internacional.
● Reformar el sistema de pensiones, porque hay más personas que reciben las pensiones y menos personas aportantes.
● Modernizar el Estado con una reingeniería real, desapareciendo a instituciones que incrementan el gasto del presupuesto, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, ejemplifica.
Finalmente, reconoce como algo positivo que Noboa haya hablado de una apertura comercial en su discurso. “Como dice el dicho: el que mucho abarca poco aprieta. Y cuando el Estado se dedica a todo, todo se termina haciendo mal, ese es el detalle. No solamente es traer recursos del sector privado, que luego son mal utilizados dentro del sector público, sino que entorpece el funcionamiento de la sociedad y el funcionamiento económico”, concluye. (KSQ)
Tras una reunión del presidente Daniel Noboa con las instituciones competentes, el Gobierno proyectó un estiaje o sequía sin problemas, con la incorporación de 979 megavatios al sistema eléctrico.