Pese a un decreto expedido por la Alcaldía del municipio, las fiestas siguen, señala la comunidad.
Los residentes del sector de Palmarito, en Tubará, indican estar viviendo un verdadero viacrucis. Denuncian que la zona, que alguna vez fue un remanso de paz, se ha transformado en un escenario de fiestas exorbitantes, pólvora y tiros al aire.
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Los festejos, que pueden extenderse hasta tres días consecutivos, incluyen música a alto volumen, lo que no solo interrumpe la tranquilidad de los vecinos, sino que también pone en riesgo las inversiones realizadas por hostales locales.
Una propietaria de un hotel frente a las playas de Tubará, que pidió mantener su identidad en reserva, expresó su frustración: “Se hacen unas fiestas de dos o tres días con pólvora, tiros al aire, gritos de mujeres y pickups grandísimos. Estamos comprometiendo la tranquilidad, la convivencia y la vida. Se está comprometiendo la zona turística”.
Fiestas sigue pese a decreto
La situación ha llegado a tal punto que, a pesar de un decreto expedido por la Alcaldía de Tubará que impone sanciones, las fiestas continúan cada fin de semana sin control.
“El decreto es un papel más porque nosotros seguimos atormentados por este problema gravísimo”, señaló la residente del sector de Palmarito.
En la tarde de este martes la comunidad convocó a una nueva reunión en la inspección de policía de Playa Mendoza en donde esperan delegados de la CRA, Procuraduría Ambiental, Personería y Gobernación del Atlántico para fortalecer las medidas de control.