Los vecinos dieron el llamado a las autoridades.
A las 4 de la mañana de este miércoles empezaron a sonar los teléfonos de la policía en Bello. Alertados, los policías corroboraron que las decenas de llamadas advertían lo mismo: tres sujetos estaban lanzando al otro lado de la cárcel Bellavista mercancía suficiente como para surtir una licorera. Las pacas de cerveza volaban en el aire, así como el licor y otros envoltorios raros.
Inmediatamente, la policía desplegó un operativo y se encontró con tremenda escena. Efectivamente, tres hombres estaban arrojando desde afuera de uno de los muros de la cárcel, que da con propiamente con el barrio La Camila, decenas de paquetes. Al ser capturados y advertir a las autoridades del penal, corroboraron que pretendían ingresar licor, cigarrillos y estupefacientes, los suficientes para armar una fiesta de varios días al interior del penal.
Una vez recogieron todo el material de contrabando, corroboraron que los tres sujetos intentaron ingresar de contrabando 26.000 dosis de estupefacientes, incluyendo marihuana, tusi, perico, popper, pastillas. También querían ingresar decenas de sixpack de cerveza, pero no cualquiera, cerveza Corona, que tiene un valor en el mercado de hasta 5.000 pesos la unidad.
Adicional a esto, tenían 60 botellas de ron y cientos de paquetes de cigarrillos. Según el mayor José Fernando Montoya, comandante de la policía Bello, una vez verificaron la matrícula del carro en el que transportaron toda la mercancía se dieron cuenta de que tenía las placas alteradas.
Los tres sujetos, de 31, 32 y 34 años de edad, fueron enviados a prisión.
El mayor Montoya agradeció la actuación de los vecinos de la cárcel que no dudaron en alertar a las autoridades y sin los cuales no hubiera sido posible advertir a tiempo la situación.
Esta es una de las más grandes incautaciones de contrabando en Bellavista en los últimos años. También una de las más insólitas junto con la captura de una adulta mayor que pretendió ingresar dosis de perico y pastillas en sus partes íntimas el año pasado.
Hace dos años, también por llamados de la comunidad que notaron movimientos raros alrededor de la cárcel, las autoridades decomisaron más de 50 celulares, dinero en efectivo y droga que se hallaba encaletado en huecos regados por todo el centro penitenciario.
Y es que otro de los hallazgos en los últimos años encontró hasta material y herramientas de construcción con los que los delincuentes pretendían realizar diferentes modificaciones en pabellones y celdas con el fin de cometer ilícitos y hasta para intentar fugarse.
