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Clínica Cardio VID realiza primer implante de válvula mitral de Medellín

POR VANESA DE LA CRUZ PAVAS |

Hace poco menos de un mes, Alberto Antonio Hoyos Restrepo, de 77 años, no podía vestirse o bañarse por sí mismo y se le dificultaba caminar. Las actividades cotidianas se convertían en un reto que debía afrontar día a día y su corazón estaba cansado y no daba para más. Vivía asfixiado, con el cuerpo hinchado y, con frecuencia, pasaba semanas en el hospital.

TOMADO DE: elcolombiano.comAntioquia - Medellín | El Colombiano, noticias.

Hoy es una persona nueva, está estrenando corazón, y ha recuperado toda la independencia y la capacidad que le permiten vivir una vida autónoma y de esperanza gracias al primer implante de válvula mitral sin cirugía realizado en la ciudad.

El procedimiento lo llevó a cabo un grupo de hemodinamistas de la Clínica Cardio VID, entre los que están Carlos Eusse, Carlos Tenorio y Carlos Esteban Uribe, el pasado 23 de octubre, pero llevaban más de 10 meses planeándolo.

Para Hoyos, que recuperó su calidad de vida, es un milagro que a los tres días del procedimiento, el 26 de octubre, ya estaba en su casa mientras que, si se hubiera sometido a la operación de corazón abierto, estaría afrontando un largo y doloroso proceso de recuperación.

“Es una bendición de Dios y, para mí, es el futuro de los cambios de válvula para aquellos pacientes que, como yo, lo requieran. Es esperanza para los que no pueden ser operados a corazón abierto”, puntualizó Hoyos.

El paciente perfecto

En pocas palabras, el procedimiento consiste en ingresar una nueva válvula mitral a través de un catéter desde la vena y la arteria femoral cerca de la cabeza del fémur, hasta llegar al corazón, y ubicarla dentro de la válvula mitral que ya tenía el paciente.

Sin embargo, es mucho más complicado. Lo primero, y es una de las razones por las que no se realiza esta práctica con frecuencia, es que se debe encontrar el paciente perfecto: aquel que ha sido sometido a cirugías previas y que podría no resistir una más pero que, aún así, no tiene enfermedades graves que podrían comprometer su vida.

Hoyos fue el ideal: en 2007 se le trasplantó por primera vez la válvula con cirugía y esa le duró 11 años. En 2018 comenzó a fallar y él sintió síntomas y dificultades cardíacas así que, después de un electrocardiograma, decidieron reemplazarla.

La nueva válvula debía durar 10 años, pero a causa de una bacteria que afectó hasta el marcapasos, duró poco más de uno.

El doctor Carlos Alberto Eusse, uno de los hemodinamistas que realizó el procedimiento, explicó que la tercera cirugía representaba un riesgo muy grande para Hoyos y que la única alternativa para salvar su vida sería realizar el cateterismo.

“En estos casos, la cirugía se vuelve casi que predictiva con resultados negativos, así que el cateterismo está reservado para pacientes que son rechazados por los cirujanos”, explicó.

 

¿Una mejor que otra?

Eusse anotó que no hay un procedimiento mejor que otro y que, aunque el cateterismo es menos invasivo, no es preferido ante la cirugía sino que depende de cada caso.

“Si se puede hacer la cirugía, se prioriza, pero existen muchas condiciones que la contraindican. Hay enfermedades que hacen que el paciente sea de alto riesgo, así no haya sido operado nunca”, como cáncer, enfermedad pulmonar severa o cirrosis.

Para llegar a esa conclusión se hace una reunión con el Heart Team (el equipo del corazón), en la que participan todas las especialidades de la clínica que se necesitan para la intervención, realizan tomografía y electrocardiograma, miran el espacio para la válvula, se hablan de las condiciones del paciente y se decide qué opción es menos riesgosa. “No es una alternativa que uno o el paciente pueda elegir”, relató el experto.

El procedimiento
El paciente recibe anestesia general y, posteriormente, se ingresa el catéter a la vena y la arteria femoral, hasta la aurícula derecha del corazón que no está conectada a la izquierda, “así que hay que realizar un orificio en la zona del corazón que separa la aurícula derecha con la izquierda”, dijo Eusse.

Como la válvula está localizada a la izquierda, se debe ingresar por el otro lado y “romper”.

A diferencia de la cirugía, la recuperación es más sencilla y la válvula puede durar hasta 10 años.

“Es una alternativa. Antes de que este procedimiento existiera, lo único que se podía hacer era decirle al paciente que se iba a morir. Ahora la persona tiene otra oportunidad”, reiteró.

Así, la Clínica Cardio VID podrá continuar realizando el implante sin cirugía cuando los pacientes lo requieran y después de los análisis requeridos para cada caso. Ya hace cinco años están realizando el mismo proceso con las válvulas aórticas y hace dos años con las pulmonares.

CONTEXTO DE LA NOTICIA

· La válvula mitral está ubicada entre la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo, dos cámaras de bombeo del corazón, y garantiza que la sangre fluya hacia adelante por el corazón.

· La cirugía se realiza para reparar o reemplazar la válvula cuando esta se encuentra demasiado floja o endurecida (calcificada), e impide que la sangre fluya.

· El cateterismo, por ser menos invasivo, representa menos dolor, pérdida de sangre y riesgo de infección, y la recuperación es más rápida, pero no todos los pacientes pueden ser sometidos a él.

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